jueves, 30 de diciembre de 2010

Él

Tiene los ojos grises y los labios eternamente curvados en una sonrisa burlona. Faltan y sobran adjetivos para describirle.

Misterioso. Todos creen conocerlo...nadie lo sabe a ciencia cierta.

Elegante. Todo un caballero aunque jamás rescate a una dama en apuros.

Cruel. Lo sabe, lo sé. No hacen falta explicaciones.

Superior. A mi, a todos...en todos los sentidos.

Es todo aquello que odiamos (envidiamos), lo que soñamos (anhelamos) con llegar a ser. Y lo sabe, le gusta saberlo.
Él es perfecto donde nada lo es.

Le quiero.

Le odio.

Tiene los ojos grises; y basta una mirada suya para desatar el fuego en mi interior; y aún no sé porque.

Hermanas Nightray

martes, 28 de diciembre de 2010

El lado oscuro de la luna

Las sábanas revueltas, la ropa esparcida por el suelo, una melena pelirroja esparcida por la almohada y su respiración en tu cuello son solo la magnificación de otra mentira.
¿Quién de los dos dijo la primera? “Me gustas” “Te quiero”
Confundes sus palabras con las tuyas, y solamente sacas algo en claro: cada letra murmurada en la oscuridad, acelerada con su respiración que se entremezcla con la tuya…cada palabra; no es más que un juego de medias verdades y vacío absoluto cuyas reglas nadie ha inventado pero ambos seguís religiosamente.
Abre los ojos y buscas en ellos su nombre, uno de tantos. ¿Se lo has preguntado siquiera? La cabeza te da vueltas y el alcohol que consumiste anoche te impide recordar. Tampoco importa. Cuando la noche acaba son pocas las cosas que continúan siendo importantes.
Y cuando te levantas, quedando tu calor en las sábanas como último vestigio de tu presencia allí, no sientes remordimientos. Ella no despierta, tú no añoras su piel contra la tuya. Cuando te marchas sin anotar la dirección o dejar una nota de despedida, logras comprender la esencia de quien eres.
Eres el lado oscuro de la luna y esa estrella que hace mucho tiempo que dejo de brillar…pero que el tiempo mantiene intacta. Eres noches sin dormir, camas deshechas, labios hinchados y camisa desabrochada. Eres rock´nd roll y acordes distorsionados.
Sobre todo, eres cobardía. Las palabras que no dices, y el beso que nunca te atreverás a darle porque la quieres.
Gabriella Nightray

lunes, 27 de diciembre de 2010

Defying gravity

Nunca encontré nada divertido siguiendo las reglas del juego. Los limites que me impusieron son absurdos, aburridos y arbitrarios. Siento que algo ha cambiado dentro de mi, no quiero jugar con las reglas de otros.

A partir de ahora saltaré sin pensar cuando ni como llegaré al suelo. Cantaré, no, gritaré todo lo alto que me plazca. Sonreiré cuando me miren mientras cuchichean sobre lo sinvergüenza que soy. Correré hasta llegar a un lugar que realmente me sorprenda y me guste.

He despertado, es tarde para volver a dormir. Solo puedo caminar hacia delante, esperando que lo que esta por venir sea igual de emocionante que lo que imagino. Quiero arriesgarme y sufrir cuando algo me decepcione. Quiero una vida que poder recordar con nostalgia cuando vea a mis nietos cometer mis mismos errores. Quiero sentirme llena de libertad. Quiero... si, creo que quiero desafiar a la gravedad, y tu... no podrás hacerme caer.

Violet Nightray

domingo, 26 de diciembre de 2010

Al compás de un violonchelo.

Un, dos, tres, cuatro.
Y el compás cambia, la música ahora es más lenta. Ralentizas tus pasos para seguirla y dejas que tu compañero de baile te lleve por toda la pista; evitando a los demás bailarines sin demasiados problemas: después de todo…resulta más sencillo seguirle a él que pensar que paso es el correcto.
Adelante, atrás…y un paso corto a la izquierda.
Su mano en tu cintura resulta molesta e incómoda. Quieres apartarla de un manotazo. (Pero eso no estaría bien)
Un dos tres…
El vals termina. Te liberas de su agarre con demasiado entusiasmo (no es de buena educación hacer eso) y te alejas, rechazando todas las invitaciones a bailar. Comienza otro baile, otro vals interminable.
Un, dos, tres, cuatro.
La gente te mira. Unos sonríen divertidos, otros muestran desaprobación. Las caras se confunden y ya no sabes a quien diviertes ni a quien escandalizas. Son solo caras deformadas por los giros que marca un violonchelo.
Adelante, atrás…y un gran paso a la derecha.
No es así, pero no es un error. No has ido hacía la izquierda porque no quieres ir a la izquierda. Nadie te guía y así es más divertido. Tú marcas el camino; tú decides…y a veces tropiezas con otras parejas. No hay ninguna mano en tu cintura que te lleve por unos pasos que no has elegido dar.
Un, dos, tres…
Y cuando empiece la próxima pieza, seguirás bailando sola, rodeada de gente, cambiando los compases por una canción que nadie escucha. Un vals imaginario.
Gabriella Nightray

viernes, 24 de diciembre de 2010

Por ti

Estoy tirada en un montón de viejas y mullidas mantas (siempre adoró el calor de las mantas) al lado de la chimenea. Uno de sus libros preferidos está entre mis manos, solo el crepitar de fuego interrumpe mi lectura silenciosa.

Ha llegado. Él está ahí.
No a hecho ningún ruido, no se escucha ni su respiración, pero se que me está observando, se que me mira tras esa esquina con una media sonrisa y se que le gusta verme leer. Comienzo a leer párrafos sueltos (sus favoritos) en voz alta. Siempre ha dicho que me sienta bien leer en voz alta.

Tomo un sorbo del vaso que hay en el suelo junto a mi (piña, su zumo favorito) y espero a que el suave pelaje de mi adorado gato me acaricie las piernas, pero no lo hará (a él no le gustan los gatos), un sacrificio que volvería a hacer.

Sigo leyendo en voy alta mientras él se acerca por mi espalda y me envuelve en su cálido abrazo. Finjo sobresaltarme (le gusta que sea inocente y despistada, que no me de cuenta de las cosas) Se tumba junto a mi y continuo la lectura en voz alta.

No me gusta el calor de las mantas, tampoco ese libro que a él tanto le apasiona. No me gusta leer en voz alta, siento que la historia deja de ser mía. El zumo de piña no me apasiona, sin embargo amo a los gatos. No soy inocente, ni despistada, de hecho siempre me doy cuenta de todo, ¿cómo sino podría haber creado a su mujer perfecta? ¿Cómo me habría dado cuenta de que no es a mi a quien tanto ama, sino a mi creación?

No soy feliz con esta relación, pero cuando me besa pensando que soy lo que él cree, cuando me abraza lleno de amor con una sonrisa, cuando veo su rostro lleno de felicidad... desearía ser esa mujer que cree para él, desearía que todo fuera real.

Violet Nightray

Principio de un soneto.

Fuera llueve.
Ella está triste. Su sonrisa hace días que está apagada, vacía, y sus ojos ya no tienen aquel brillo de entusiasmo que tanto le atrajo del día que la conoció, el mismo brillo que le dio esperanzas de lograr alcanzar el olvido. Porque eclipsaba el recuerdo de unos ojos verdes.
Y él no quiere que este triste. Quiere que sonría de nuevo, que sus ojos vuelvan a brillar. Pero no puede. Es su culpa que este triste. Aunque ella no lo diga, y lo sabe pero no quiere admitirlo.
La quiere, o más bien quiere quererla. Pero cuanto más trata de olvidarla, más fuerza cobra su recuerdo. Y por eso, ella sufre. Por eso él no puede calmar su dolor.
A veces lo intenta. Fingir que la quiere solo a ella, que nunca ha amado unos ojos verdes. Que no le persiguen los recuerdos. O cuando es imposible fingir que solo existe el presente, trata de engañarse a sí mismo. Pero ella lo sabe…siente cuando él deja de verla para pensar en otra.
Y está mal.
Ella llora, él anhela. Todavía no sabe qué. Por las noches la besa, y parece que ella se olvida de su dolor. Pero el suyo aumenta. No quiere jugar con ella, se ha cansado de verla destrozada. No quiere que se marche. Siente que tiene que tomar una decisión hacer algo al respecto. No puede.
Y ella sigue llorando. Él no cesa de anhelar. El tiempo se escurre entre sus dedos, pero ninguno se da cuenta. En cambio, cada noche sueñan.
Ella sueña que todo comienza otra vez. Pero esta vez solos.
Él sueña que la chica que duerme abrazada a él es otra. Una cuya mirada nunca ha dejado de fascinarle.
Y cuando regresa él sol, los versos empiezan de nuevo, relatando el principio de un soneto. El tiempo corre más rápido, y cada grano de arena de ese reloj invisible trata de cambiar una historia que en ningún momento fue de dos.
Gabriella Nightray

jueves, 23 de diciembre de 2010

La llama

Un suave olor a gas inunda la oscura habitación, suena un crujir metálico y se ve una chispa.
La vela se enciende.

Clic, clic, clic. El sonido de las fichas al caer es lo único que rompe el silencio, la vela ilumina los números de una baraja de poker, dejando en la semi oscuridad los incómodos rostros de los dos chicos.

Clic, clic, clic. El sonido se detiene, se muestran sus cartas y el ganador arrastra su tesoro hacia su montón de fichas sin mediar palabra. Sigue el juego. Demasiados secretos como para hablar, muchas cosas que decir y... muchas mas que callar.

Largas y pesadas horas de una timba que hace unos días habría sido un regalo. ¿Cómo imaginar que acabaría así?
Uno se culpa, "Debí guardar mejor el secreto".
El otro está incomodo, "¿Desde cuando siente eso por mi?".
Uno grita en silencio, "¡Estúpido! ¡Eres mi amigo, esto no debería haber cambiado nada!".
El otro lamenta no poder olvidarlo, "Lo siento... no puedo seguir como antes, me da miedo que me hagas sentir lo mismo por ti".

Pensamientos que nunca pronunciarán en voz alta.
¿Qué ocurre cuando la amistad se te queda corta? ¿Cuando no te corresponde? ¿Cuando no puedes recuperar lo que tenías, pero tampoco dejar lo poco que queda? ¿Cuando una silenciosa timba de poker es el resultado de años de amistad, cariño y amor prohibido?

Cesa el sonido de las fichas, el silencio perdura.
...Apagan la vela.

Violet Nightray

martes, 21 de diciembre de 2010

Final de un soneto

Hay noches en las que se siente cansada, furiosa, sobrecogida por las dudas y valiente para poner un punto y final a esa relación que solo ella desea. Esas noches, sobre todo, se siente estúpida.
Porque lo sabe. Sabe que cuando al besarla cierra los ojos, es porque no es su rostro el que quiere ver. Sabe que con sus besos pretende silenciarla para no escuchar su voz. Porque no es su voz.
Sabe que su nombre sabe amargo en sus labios. (No es el que él quería pronunciar) y resuena agridulce en sus oídos (Lo ha dicho, y con eso basta)
Sabe que cuando la mira; sus ojos se oscurecen. No es ella.
Y aún así la besa. La abraza. Grita su nombre, ocultando en cada gemido el que querría pronunciar. Le dedica sonrisas y duerme abrazado a ella. La trata con dulzura, con miedo a romperla. Pero ya está rota.
Y por eso, cuando llega el día, llora en su cama vacía, aferrándose al calor que él ha dejado en las sábanas, tratando de reinventar su historia o llegar a un fin que ella es incapaz de poner.
Porque lo quiere. Y aún así no es suficiente.
Gabriella Nightray

domingo, 19 de diciembre de 2010

Un día después

-Mañana será otro día. Ve a dormir, todo se arreglará.

Y el día llega.

-¿Te sientes mejor que ayer?
-No.

-¿Lo ves más claro?
-No.

-¿Crees que se arreglará?
-No.

-¿Vas ha hacer algo?
-No.

-¿Crees que él lo hará?
-No.

-¿La esperanza ha llegado con el sol?
-No.

-Puede que ese dicho no sea demasiado cierto. ¿Quien dijo que mañana será otro día?
-No lo se.

-¿Crees que tenía razón?
-Si, hoy es otro día del calendario. Otro día en el que todo sigue igual de mal que ayer.

-Anímate. ¿Qué quieres hacer hoy?
-Dormir.

-¿Así se solucionará?
-No, pero quizá mañana al despertar no lo recuerde.

Violet Nightray

Pd: dedicado a "Un fantasma". Tu comentario ha sido de gran ayuda.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Porque estoy cansado

Porque sientes que no eres tan importante para él como el para ti.
Porque estas harto de escuchar disculpas que, sean o no sinceras, no llegan a ninguna parte.
Porque sabes que volverá a pasar y aun así lo permites.
Porque no quieres que se valla.
Porque todo el mundo te dice lo idiota que eres por permitirlo.
Porque sabes que tiene razón y no lo aceptas.
Porque has llegado a creer que unos cuantos cables o unos balones pinchados valen más que tú.
Porque día a día te ha ido comiendo por dentro.
Porque los momentos bonitos no bastan para compensar la sensación de impotencia, de no ser nadie.
Porque en el fondo no quieres que cambie, solo quieres ser importante para él.
Porque estas perdido sin saber que hacer.
Porque te has cansado de llorar.
Porque has acabado con algo, y al hacerlo has acabado contigo.

Violet Nightray

Pop

Una canción demasiado pegadiza, cristales rotos esparcidos por el suelo, una rosa marchita sobre los cristales con olor a pintura…
Púas colgando de las astillas de una vieja baqueta y no muy lejos un violín que nunca ha sonado. Un sueño sin final porque nunca ha comenzado.
50 años desde que la canción comenzó a sonar y la rosa comenzó a marchitarse.
Una mujer que sonríe atrapada en sus veinte años por una foto en blanco y negro, firmada en una de las esquinas.
La firma de una diva sin nombre.
Gabriella Nightray

jueves, 16 de diciembre de 2010

My Mind's Eye

La música esta tan alta que te destroza los tímpanos. La bebida te quema la garganta, y te nubla la cabeza. No te apetece sonreír.
Sentada, en ese rincón aislado de la fiesta, observas a las parejas de baile girar en la pista de forma similar a esa pareja de bailarines que danza en tu vieja cajita de música. Te sientes cómo una niña con un disfraz que le queda demasiado pequeño y los labios demasiado pintados de color rojo sangriento.
Te ofrecen una bebida y la aceptas sin preguntar la procedencia ni dar las gracias. Ya no comprendes qué sentido tiene, cual es la diferencia entre lo que eres y en lo que te has convertido; pero aún añoras quien eras.
Y entonces, regreso; aparezco yo, de nuevo.
¿Quién soy? Tú sabes la respuesta y yo sé que la sabes. También sabes y sé que no quieres admitirlo. Imagino que no debe de ser fácil.
¿Por qué? Porque soy tú, o al menos esa parte de ti que quiere gritar para que paren la música, estrellar la copa que tiene en la mano, bailar sobre los cristales rotos y quitarse el pintalabios con el dorso de la mano. Esa parte de ti que quiere romper las normas.
Sí, soy esas ideas que rondan tu cabeza y oscurecen tus intenciones. Soy quien se lleva la responsabilidad y arrebata de tus labios el cinismo. La libertad que tanto anhelas y por temor a conseguirla encierras en un tétrico rincón de tu mente. Soy esa mitad que cada día te cuesta más ocultar, reprimir, extirpar. Soy tan peligrosa que en ocasiones te dan ganas de dejarme salir. De ponerme a prueba; ver qué sucede, comprobar si es peor.
Pero el miedo siempre vence y yo regreso a mi rincón; esperando otra oportunidad cuando más alcohol nuble tu mente y tus miedos sean más débiles. Mientras yo espero, sueño, deseo…tú sonríes otra vez, fingiendo que no pasa nada. Qué todo va bien.
Nadie se da cuenta de que a veces, solo a veces quieres ser diferente.
Gabriella Nightray

martes, 14 de diciembre de 2010

Malice mizer

Fue precioso, emocionante, divertido. Me hizo sentir ligera, alegre, dinámica... No parecía un espejismo, no lo era.
Lo sentí de verdad y finalmente... lo vi.
¡Conseguí verlo!

No solo revolvía mi pelo, no solo me refrescaba suavemente, no solo me liberaba, esta vez estaba allí. Era hermoso, jovial, de mejillas rosadas, cabellos dorados y ojos profundamente azules.
Con sus miles de años de vida no entiendo como puede tener un apariencia tan joven.
¡Tan solo es un crío!

Bueno, lo cierto es que no importa, Por que una sola mirada suya me hizo olvidar todos los males del mundo.
Es increíble que en un lugar donde hay tanta malicia, miseria y escombros aun queden cosas tan bellas y maravillosas como el propio viento.

Violet Nightray

jueves, 25 de noviembre de 2010

Solo vivir.

¿Quién soy? ¿Donde estoy? ¿De donde vengo?

Preguntas típicas, inútiles, pero típicas.
¿Saber quien soy? Viviré toda la vida sin saberlo a ciencia cierta, así que... ¿qué importa quien soy?

¿Donde? Es un palabra que no suelo utilizar. ¿Cual es la diferencia entre aquí o allí? ¿entre una u otra ciudad? Si ni tan siquiera se responder a esas preguntas... ¿de veras me importa o necesito saber donde estoy? Creo que no.

Ir, venir, estar, volver... Venga de donde venga, este donde esté seguiré siendo la misma, seguiré sin saber quien soy. Es absurdo, increíblemente absurdo.

No quiero que parezca que insulto a la gente que se pregunta esto constantemente, pero... es todo tan innecesario...

Voy a responder a estas preguntas, de forma que la gente interesada en vivir y no en analizar su vida las comprenda:

¿Quien soy?
Una persona.

¿Donde estoy?
En alguna parte entre el aquí y el allí.

¿De donde vengo?
De más allá del allí.

Concretemos un poco...

¿Quien soy?
Yo.

¿Donde estoy?
Donde debo estar.

¿De donde vengo?
De donde alguien me trajo.

Sigue sin convencerme... un poco más de... ¡vitalidad!

¿Quien soy?
Luka.

¿Donde estoy?
Donde quiero estar.

¿De donde vengo?
Vengo del comienzo de mi vida. De mi gran historia.

Quizá no son las respuestas correctas a estas preguntas, pero son las que me gustan, las que entiendo, las que puedo demostrar. Son las respuestas que marcan el principio de algo y que indican lo mucho que falta por llegar.

Violet Nightray

sábado, 13 de noviembre de 2010

Otra llamada.

Otra noche hablando con ella hasta que ya no puedo con el peso de mis parpados. Risas bromas y secretos a través de un teléfono. Es el momento más feliz del día, escuchar su voz hace que todo cobre sentido, que valga la pena.

Todo cuanto me dice es para ayudarme, siempre está pensando en mi y diciendo que soy todo lo que tiene. Se que no debería, pero... me alegra serlo, porque ella también lo es para mí. Sin embargo se que tarde o temprano tendré que alejarla, antes de que acabe conmigo. Cada "te quiero" es un puñal y cada "necesitaba oír tu voz" entre lágrimas me hiere, porque se que su cariño no es como el que mio. Es un cariño grande, como el que sientes hacia un hermano, pero no es amor, no es deseo.

Solo es un sentimiento que me demuestra que nunca podre tenerla, que no me ama y que me engaño a mi mismo cuando el teléfono vuelve a sonar y una sonrisa aparece en mi rostro.

Violet Nightray

martes, 9 de noviembre de 2010

Voy a tomar de todo menos decisiones

Hay personas que el lunes ya tiene preparados los planes del sábado. Se aferran a lo seguro, procuran no olvidar o salirse de las pautas que marcan su guión, que a su vez dirige la obra de sus minutos días, meses… dirige su vida.
Hay otras, que deciden siempre en el último momento. Que procuran no perder el hilo de sus horas, pero no saben en qué día están viviendo. Cuyas voluntades son como un soplo de aire: tan volátiles que nadie sabe el rumbo que pueden tomar.
No digo que un tipo sea mejor que otro. No quiero elevar una filosofía de vida por encima de otras; no sería algo objetivo. Sin embargo…
¿Dónde está la emoción de algo ya escrito? ¿No es más divertido saltar las escaleras de tres en tres aún sabiendo que puedes caerte, caminar sin una dirección decidida, inventar una mañana usando como guía cada imprevisto que surge?
Tal vez sí. Puede que no. ¿Está bien, está mal? No lo sé. No quiero saberlo. Me gusta vivir sin saber que me impulsa a elegir cada camino. Perderme algunas veces, y volver a encontrar solo una pequeña parte de lo que un día fui. Me gusta elegir sin saber si está bien. Me gusta equivocarme, aprender de ese error…e incluso tropezar de nuevo con él.
La rutina en ocasiones es importante. Otras, no es más que una cuerda que oprime tu entusiasmo, que impide que tus alas se liberen. No diré que vivir el presente sea mejor. Es solo que nadie puede cambiar el pasado…y por mucho que lo planeemos, nadie puede saber si su futuro es lo que ha planeado.
Por eso… no sé qué haré mañana. Me conformo con volver a despertarme, y poder adentrarme en esta espiral.
No recuerdo ayer, no sé mañana. Hoy, voy a tomar de todo menos decisiones.
Gabriella Nightray

martes, 2 de noviembre de 2010

Cherish

Observo tu angelical rostro mientras todas las cosas que vivimos se disipan en mi mente. Creo que nuestro amor será eterno, que siempre te querré y ahora extiendo mi mano hacia ti con la esperanza de que sientas lo mismo.

Te miro, pero no es suficiente. Me da tanto miedo lo que siento que tengo ganas de huir. Te necesito a mi lado. Sentimientos contradictorios que se mezclan una y otra vez. ¿Cómo saber cual es el verdadero? ¿Quedarme o correr? La conexión de nuestras almas me aterra.

Ser un niño o ser adulto ya no importa, se que si no pudiera estar contigo no podría sonreír. La felicidad esta a tu lado. Permíteme quedarme.

Ya no tengo miedo.
Tú llenas el vacío que siento, no añoro ninguna de las cosas que necesitaba o creía necesitar, solo tú eres más que suficiente para ocupar su lugar.
Siento que las horas muertas que pasaba contemplándote solo fueron una perdida de tiempo, porque ahora, por primera vez desde que te conocí creo que de verdad... te veo.

Violet Nightray

martes, 26 de octubre de 2010

Solo él

Le gusta la música clásica; piano y violín, adora la poesía; esa que te hace temblar, disfruta de las frías tardes de otoño; en las que las hojas secas te cubren los pies y lo pintan todo de ocre. Le gusta él, nadie más que él.

Camina sin miedo; no le importa lo que puedan decir, se siente orgullosa de lo que es; no ansía que la acepten como persona, no se rinde ni se lamenta; perder el tiempo sin poner remedio no es su estilo, no se fija en ningún punto concreto; casi todo carece de importancia. Le ve a él, a nadie más que él.

Escucha las voces de un grupo de chicos; sabe que él esta entre ellos, se burlan y hacen comentario hirientes; no le importa lo que ellos piensen, busca su mirada; la encuentra un segundo y ve como se esconde sin ayudarla. Continua su camino sin él, pero su amor solo es para él.

Nadie elige de quien se enamora, a nadie le afecta el insulto de una sombra que no es nada en su vida, pero hay cosas que duelen mucho más que un insulto.

La voz de quien no es nadie nos acusa, el silencio de quien lo es todo... nos condena.

Violet Nightray

Utopía

Un intenso brillo ilumina mi rostro y mi corazón, el ardiente deseo de hacer grandes cosas crece dentro de mi. Sueño con la oportunidad de llegar a conocer el romance perfecto, con la búsqueda de la puerta que me permita entrar en tu mente.

Salgo llena de esperanzas, busco respuestas, pero no las obtengo gratis. Dolor, mentiras, odio, ¿hay vida dentro de mi? La maldad parece seguirme, les hace daño a cuantos se cruzan en mi camino ¿cómo he podido no darme cuenta antes de todo el horror que hay a mi alrededor? La gente te consuela, pero no hace nada por entenderte, sigues tu camino en soledad, observando como nos destruimos los unos a los otros.
¡Estoy soñando con cosas preciosas! Ninguna de ellas esta aquí. ¡Estoy soñando el sueño que deseo compartir! Y busco el romance perfecto, la puerta que me abra tu mente y... la salvación para la humanidad.

Que alguien nos ayude, ¡nos ahogamos!
Por primera vez soy consciente de que llueve dentro de mi hermosa utopía, la idea de quienes somos se echa a perder dentro de mi. Todo era mentira.
El brillo que me iluminaba se reduce poco a poco, me anuncia que la culpa fue nuestra.

Esperanzas rotas y lágrimas que no conmoverán a nadie. ¿Cómo arreglar un mundo destrozado?
Antes de que el día termine aporto mi grano de arena, pero... ayudar a un niño ¿vale de algo en un mundo dónde nos hemos acostumbrado tanto a al mal que nos parece habitual ver crímenes cada día? ¿Dónde una guerra esta justificada? ¿Dónde te mueres de hambre habiendo quien puede evitarlo?
Al menos puedo decir que hoy ese niño a tenido la oportunidad de sonreír.

Violet Nightray

lunes, 25 de octubre de 2010

Cansada de besar sapos

Cuando tenía quince años mi mundo se reducía a un sentimiento: el amor.
Creía que era algo eterno, cómo mis películas preferidas. Que cualquier momento de bajón se solucionaría con un apasionado beso bajo la lluvia.
Han pasado muchos años desde entonces. Mi edad duplica la de entonces y ya he comprendido que no a costa de besar muchos sapos encontrare a mi príncipe azul.
Mi mundo está formado por muchas cosas: la resaca de una noche de fiesta, los recuerdos de llamar a una amiga, trabajo pendiente para mañana e incluso algún nuevo número en mi agenda telefónica que no pienso marcar.
No quiero oír hablar de amor, es un final que ya tengo muy visto.
Gabriella Nightray

sábado, 23 de octubre de 2010

Metamorfosis

El cielo es azul y una pompa de jabón revolotea, seguida por la mirada cautivada de una niña. Sus risas llenan el aire. Persigue la pompa, aunque sabe que si la alcanza, se romperá. Por eso nunca llega a cogerla.
Ha llegado el invierno. Han pasado los años; la niña ha crecido. Ya no le cautivan las pompas, ya no sonríe en los días de sol.
Ahora persigue sus sueños, aunque sabe que si los cumple volverá a cambiar. Dejará de entusiasmarse con cada avance que la aproxime, al igual que dejaron de entusiasmarle las pompas cuando descubrió el rímel.
Simplemente, crecerá de nuevo.
Gabriella Nightray

En ocasiones, no ocurren las coincidencias

Ella era risueña, entusiasta, alegre. La clase de chica con la cabeza en las nubes; incapaz de quedarse quieta, que no se cansa de perseguir mariposas ni de soñar despierta con príncipes azules y bailes que acaban a las doce de la noche.
Él era serio, tranquilo, con las ideas muy claras pero muy poca iniciativa para sacarlas adelante. El tipo de chico con los pies bien asentados en la tierra, y anhelos de llegar a volar muy alto, pero sin polvo de hada que le concediera las alas.
Eran la noche y el día, seres distintos, y al mismo tiempo la mitad que el otro necesitaba. Sin embargo cuando se cruzaron, ella no se quedo mirando fijamente sus ojos azules, él no se sintió cautivado por su jubilosa sonrisa.
Él era el príncipe azul que ella tanto esperaba para entrar de nuevo al mundo sin cuentos. Ella era el hada que él buscaba para poder liberarse de la realidad. Y ninguno de los dos sabía que de haber mirado más detenidamente a su alrededor, habrían hallado su mitad incompleta. ¿Quién añora lo que no conoce? No fue un error, tampoco un acierto.
Sus caminos se encontraron, pero no llegaron a cruzarse.
Gabriella Nightray

miércoles, 13 de octubre de 2010

Amores de barra

¿Quién era ella? (Pregunta sin respuesta)
Labios rojos, rímel corrido y pálidas mejillas mal coloreadas. (es bonita, cuando todo el maquillaje desaparece)
Pocas palabras (breves, concisas), todavía menos acciones (tardes ocupadas, teléfono estropeado, excusas de última hora)
Sonrisa de hielo, mirada vacía.
Un nombre distinto para cada persona (ninguno verdadero) Una constante huida (no es feliz, tampoco se siente mal) y cientos de esperanzas para el futuro.
Cuando no dejas nada detrás de ti, no es difícil empezar de cero.
Gabriella Nightray

domingo, 10 de octubre de 2010

Recuerdos

Los recuerdos facilitan el dolor interior.

Desde que te fuiste he rogado y suplicado a dioses en los que no creo para que puedas volver. El resultado ha sido ver como mi vida avanzaba sin mi, ver como me quedaba esperando sin moverme, deseando un reencuentro que jamás llegaría. Te he necesitado muchas veces y no estabas, he querido olvidarte y no me dejabas. Como olvidar a quien hizo tanto por ti, a quien quisiste como si no hubiera nadie más...

Todos mis recuerdos te mantienen cerca.

Veo tu sonrisa, tu seriedad, veo a través de tus ojos y se que estas lejos, pero ¿estas bien? Dame una muestra de ello, quizá así pueda continuar. Estás en cada lugar que veo, en cada persona que pasa. Como olvidar cuando todo me hace recordarte...

En los momentos tristes te imagino junto a mi.

Consolándome como solías hacerlo. No puedo soportarlo. En lugar de seguir a delante retrocedo, vuelvo atrás, a los días en los que aun estaba conmigo. Los escombros vuelven a ser lo que eran antes de tu partida, yo vuelvo a ser feliz ¿y para qué? Por más que te busco sigo sin encontrarte. Me acurruco en un pequeño rincón, ese que una vez nos sirvió de refugio, las silenciosas lágrimas vuelven de nuevo. Como olvidar si ya eres más que una parte de mi...

Violet Nightray

sábado, 9 de octubre de 2010

¿correcto?

El problema radica en que no soy perfecta. –o eso me has hecho creer-
Tú eres todo lo que alguien querría ser –sonrisas amables, habilidad con la música, magnetismo evidente, buenos modales en la mesa, la solución al problema y un futuro brillante – y yo quiero ser mejor por ti. ¿Por ti? No.
Para ti.
Para no sentirme inferior cuando tomas el relevo en una conversación, amoldando a tus deseos a los que te rodean sin que nadie se dé cuenta. Para no ver tu exasperación con cada error mío. Para comprenderte.
El problema en el fondo está en mí. ¿Es motivo para decirte adiós? Lo es.
Realmente el problema no radica en lo que yo soy o no soy. Está en lo que tú me haces querer convertirme.
Gabriella Nightray

miércoles, 6 de octubre de 2010

Nunca es tarde.

Algo va mal, no es cómo debería, no es cómo yo quiero que sea.
Hace sol, las calles están llenas de gente que habla, ríe, simplemente vive sin saber qué eso no está bien.
¿Dónde están las nubes que anuncian una tormenta, los gritos, los lamentos, los sollozos ahogados?
No quiero abrir los ojos y empezar un nuevo día. Quiero que la noche regrese, que los pájaros se callen. Quiero llorar sin que nadie intente consolarme, sin que intenten silenciar mi llanto.
Otras veces has vivido un día sin mí. Puedes hacerlo. Solo tienes que intentarlo cada día
Te quiero. Ya es tarde, pero te quiero.
Tú no puedes volver, y yo te prometí no seguirte, intentar seguir sin ti. Un día, un año, lo que quede de mi existencia.
No entiendo porque la vida continúa.
Gabriella Nightray

martes, 5 de octubre de 2010

Dos extraños

Es medianoche y no puedo dormir.
Noto tu brazo alrededor de mi cintura, y los latidos de tu corazón junto a mi oído. Observo tu rostro, relajado por el sueño y exhalo un suspiro. En respuesta, me acercas más a ti, y yo me dejo cual muñeca de trapo.
¿Esto está bien? Solamente sé tu nombre.
Solamente sabes el mío.
Pero conozco cada centímetro de tu piel como si fuera la mía propia, distingo el sonido de tu respiración de entre todas las demás y soy capaz de identificar tu tacto como si cada noche quedara grabado a fuego en mi memoria.
Puede que no sea correcto, pero ¿es posible que este mal algo que te hace sentir tan bien?
Cuando llegue el día, me marcharé; y será cómo si esta noche nunca hubiese existido. Cómo si tus manos nunca hubieran recorrido mi espalda mientras tus labios rozaban los míos. Volveremos a ser dos desconocidos.
¿Recordaré tu nombre mañana?
Cuando lo olvide volveré a buscarte. Te sonreiré entre la música estruendosa y te guiare hasta un rincón más apartado. Susurrare mi nombre en tu oído, y dejare caer una sugerencia de conocernos mejor. De nuevo.
Y cuando caiga la noche, volveré a formar parte de este juego entre las sábanas, volveré a conocerte y a recordar lo reconfortante que es dormir entre tus brazos hasta que la luz del día me obligue al olvidarte de nuevo.
¿Qué más da, si volveremos a encontrarnos?
Al fin y al cabo, solo somos dos extraños que se conocen demasiado bien.
Gabriella Nightray

lunes, 4 de octubre de 2010

Verdadero dolor.

Una habitación fría, oscura y vacía.

Estoy atrapada en ella con mi peor pesadilla. Le odio, me odia, pero no hay nadie más aquí. Los ruidos de las antiguas cañerías me atormentan y el frío me hace temblar en un rincón de la sala. Me está mirando, parece pensativo. Por primera vez desde que le conozco no siento odio hacia él, sino comprensión. Esta pasando por lo mismo que yo. Está magullado, pero hace un esfuerzo para levantarse, camina hacia mi. Mi dolorido cuerpo se encoge de miedo al ver a alguien acercarse, pero no me hace daño.
Se quita la chaqueta, dejando ver una horrible herída en su costado, y la coloca sobre mis hombros. No hay tiempo para darle las gracias.

El sonido del silbato anuncia el comienzo de nuevas y terribles torturas. Cuando la sombra de un hombre aparece en la habitación él se coloca frente a mi, me protege. No tarda mucho en caer al suelo ensangrentado, me mira, me mira como si me pidiera perdón por no haber aguantado más. Ya no me importa estar indefensa ante el dolor físico, he descubierto uno mucho peor.

Mis ojos se llenan de lágrimas ¿será verdad que del odio al amor solo hay un paso?

Violet Nightray

sábado, 2 de octubre de 2010

Mujer contra mujer

Nuestras miradas se cruzan una vez más, el intenso brillo de sus ojos nunca me deja indiferente. La conozco tanto que en ocasiones me arrepiento de ello. ¿Por qué? Porque, gracias a conocerla más que nadie, se que solo soy una amiga para ella, una hermana... nada más.

Nunca se dará cuenta de lo que siento, es demasiado insegura como para pensar que alguien pueda estar interesado en ella y mucho menos yo. Son cosas como esa las que me hacen querer protegerla, estar con ella siempre, guardar el secreto. Un secreto que la confundiría, la haría daño, la separaría de mi.

Es muy enamoradiza. Siempre escucho sus historias sobre nuevos chicos, mientras imagino como actuaría si descubriera que la quiero. Sus amores imposibles me entristece, pero los que acaban dando sus frutos son los peores. Odio a cada uno de los chicos que se le acercan, que la abraza, la besan, que tienen todo lo que yo quiero. Siempre consigo borrarlos del mapa. Ella se lamenta un tiempo, sufre por la perdida de su amor, pero se que le evito un mal mayor.

Esta mal, lo se. No debería hacer eso. Pero es por ella que soy lo que soy, que hago lo que hago y si para estar a su lado, para tenerla solo para mi, he de ser un monstruo lo seré sin dudar. Mi vida está anclada a la suya, no la dejare marcharse... jamas.

Violet Nightray

¿Me quiere, no me quiere?

¿Me quiere, no me quiere?
Dos pétalos blancos como la nieve caen en la hierba, y yo suelto una risita, mientras arranco otros dos, formulando la misma pregunta.
¿Me quiere, no me quiere?
Cuando me sonríe me gusta pensar que sí. Cuando me ignora suelo imaginar que no. ¿Qué es real y que es una impresión? No lo sé. ¿Podrá saberlo una margarita? No es más que una flor que nunca ha escuchado ni el sonido de tu risa ni la dulzura de mi voz al pronunciar tu nombre.
¿Me quiere, no me quiere?
Caen más pétalos. Sigo arrancando más. La flor cada vez resulta más triste, y mi pregunta suena más cansada. Cae el último, blanco e inocente sobre todos los demás que han corrido la misma suerte. Dice que no me quiere y yo lanzó lo que queda de la frágil flor, antes de arrancar otra margarita.
¿Por qué? Porque esa estaba equivocada. Yo se que aunque no me lo puedas decir me quieres, a veces.
Gabriella Nightray

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ya nada es importante.

No hay nadie y mi oscuridad sale a flote.
Fotos rotas -tus fotos-, cartas de amor hechas pedazos –tus cartas-, y un viejo CD ya rallado que repite una y otra vez la misma canción –nuestra canción-
Palabras vacías, besos sin sentido, noches heladas, abrazos que no reconfortan. ¿Compartimos alguna sonrisa?
No hay nadie, y el pasado queda enterrado.
Fotos rotas –olvidadas- cartas de amor hechas pedazos –indiferentes-, y un viejo CD ya rallado que repite una y otra vez la misma canción – mi canción-
Pintalabios rojo, zapatos de tacón, vestido escotado, una sonrisa que no tiene calidez. ¿La noche vuelve a ser mía?
No hay nadie, y una pregunta me impide dormir.
¿Realmente te necesitaba? ¿Me necesitaste? No importa. Ya nada es importante.
Fotos rotas –rostros desconocidos-, cartas de amor hechas pedazos –una poesía sin terminar- y un viejo CD ya rallado que repite una y otra vez la misma canción –seguiré bailando sola-.
Gabriella Nightray

Bring me to heaven

Tengo miedo.
Me dejaste sola, te fuiste sin mi. ¡No quiero escuchar más mentiras! ¡No quiero que me pretejas! Quiero irme lejos, lejos de este lugar para siempre. Me siento débil, no lo lograré sin ti.Mantén tu promesa de llevarme al cielo, a donde no tenga que sufrir más. El dolor me está haciendo cobarde, pero prefiero huir antes que volver a ver todo este sufrimiento a mi alrededor.
Estoy cansada de tener miedo.
¿Dónde estas? ¿Cómo puedo saber que estas bien? ¿Cómo seguiré adelante si no lo estas? ¡No puedo! Son demasiadas preguntas sin responder. ¡Te odio! Te odio por abandonarme, te odio por no contestarme, te odio porque no estas aquí, donde te necesito más que nunca.
Nunca más volveré a sentir miedo.
¿Fue mi culpa? Si es así enmendaré mi error. Te encontraré, me reuniré contigo estés donde estés, seguiré adelante por ti. Soy más fuerte que el dolor, soy más fuerte que el miedo, puedo ser más fuerte que tu. No te abandonaré, no me alejaré de ti para protegerte, afrontaré los peligros a tu lado, te podré en peligro solo para estar contigo. No cometeré tu mismo error. Seré egoísta, pero estarás conmigo. Nunca te lo dije, pensé que no sería necesario, se que tu lo sabes, pero aun así quiero que sepas que voy hacia ti. Casi puedo verte.
Quiero que sepas que te quiero.

Violet Nightray

martes, 28 de septiembre de 2010

Es más cómodo engañarse.

Es todo lo que quiere ser.
Inteligente, alegre, segura de sí misma, risueña, sociable, divertida, sexy.
Es todo lo que odia ser.
Inteligente (pero incapaz de hallar las palabras correctas cuando las necesita), alegre (de cara al exterior), segura de sí misma (solo si nadie lo cuestiona), risueña (cuando no está sola), sociable (sin tomar nunca la iniciativa) divertida (aunque no sabe reír) sexy (con ayuda de alcohol y excesivo maquillaje)
En ocasiones, se siente bien (y nada importa, solo existe el presente y se cree su propia mentira) pero a veces, solo a veces, la culpabilidad se instala en la recóndita oscuridad de sus pensamientos y entonces el bienestar se marcha, dejándola sola con el vacío de su existencia. Es más cómodo engañarse y ella lo sabe.
Por eso cada mañana se reinventa, creyendo su propia mentira, mintiéndose hasta creerse.
Gabriella Nightray

lunes, 27 de septiembre de 2010

Historia de un sueño

Solo necesito descansar.

Me resguardo bajo un pequeño y, aparentemente, frágil árbol esperando a que la lluvia cese y el gélido viento decida, por fin, darme un respiro. Hoy no ha sido... bueno, ningún día es bueno aquí. Siempre hay muertes, herido, familiares desconsolados... mi pequeño pueblo no es rival para sus armas. Me cubro todo lo que puedo con mi harapienta bufanda y me acurruco a los pies del árbol. Parece que el bombardeo ha concluido, solo cuando me aseguro de estar completamente a salvo, me permito el lujo de dormir. Algo que no hago desde hace días.

Cuando despierto una agradable brisa remueve mi pelo con suavidad y los rayos del sol me hacen sentir una calidad muy agradable. ¿Cuánto he dormido? Parece que la primera hora de la tarde haya traído consigo una preciosa primavera. Me incorporo. Debo volver. Mi hermana está sola y probablemente muerta de miedo. Al alejarme de doy cuenta de algo extraño; el lúgubre árbol se ha convertido en el centro mismo de la primavera. Frondoso, colorido, lleno de vida. Nunca me había fijado en la hermosura de este prado, juraría que la última vez que lo vi era gris, frío, sombrío...

Camino sabiendo que la belleza no durará, pero en lugar de eso me encuentro con caras radiantes de felicidad, niños jugando en la plaza central, una plaza que no esta en ruinas. Las calles brillan tanto que deslumbran. La pregunta de nuevo ¿cuánto he dormido? ¿Donde esta la guerra? ¿la gente sangrando? ¿el humo...? Me planteo la posibilidad de haber dormido años. Nada tiene sentido, pero si fuera así mi pueblo habría perdido la guerra y se habrían apoderado de él. No necesito más, mis piernas se accionan corriendo hacia la que es o fue mi casa, ¿qué ha sido de mi hermana? Mi casa, blanca e impoluta, no es así como la recordaba pero entró casi derribando la puerta con la esperanza de encontrar dentro a esa niña asustadiza acurrucada bajo la mesa, esperando a que regrese a buscarla. Esa niña no está allí.
En su lugar aun una pequeña de aspecto muy saludable que ríe y juega con una mujer. Una mujer que murió hace meses.

Mi madre está ahí, la misma mujer con la que estuve en su lecho de muerte, a la que asesinaron en una guerra que no era la suya. Los ojos se me llenan de lágrimas, tengo miedo, estoy feliz y desconcertada, no se que es lo que viene ahora, no se que ha ocurrido... La guerra... ¿no ha sigo más que un sueño? No, tanto dolor no puede ser parte de un sueño. Mi madre y mi hermana están aquí, consolándome quiero creer que esto es verdad, que a partir de ahora todo será así, que lo malo ya paso o que nunca existió, sin embargo, esta felicidad es mínima en comparación a todo el sufrimiento que he vivido en el "otro mundo", la otra realidad, la única realidad...

Abro los ojos. Gris, sigue lloviendo.
¿Real? ¿Irreal? ¿A caso importa? Mi madre... no está, mi hermana... espero que sepa sobrevivir. Un último estruendo me desgarra por dentro, el dolor acaba conmigo. Vuelvo al reino de los sueños ¿por cuanto tiempo esta vez?
Un ultimo pensamiento acude a mis labios deseando ser escuchado:
-Prim... sueña, sueña todo cuanto pue...
Un consejo a mi pequeña hermana, porque, por un solo segundo de esa falsa felicidad puedo decir que ha merecido a pena vivir.

Violet Nightray

Euforia

El sonido estruendoso de un grito llega a su fin. Las notas de un violín rasgan el silencio. El fuego se expande, la música no cesa. La adrenalina inunda mi sangre, y el mundo desaparece… la música aumenta de volumen, mi voz ronca la acompaña inventando una letra para tan sublime canción.
Cae el telón.
Mi voz se apaga, el violín deja de sonar. El tiempo queda paralizado antes de que el silencio regrese. Los latidos de mi corazón tratan de hacerse oír, golpeando mi pecho con fuerza. Jadeo, tratando
Las llamas se alzan, grandes, grandio de recuperar el aliento y mi cordura.
Las llamas se han apagado. La euforia que desata en mí un acorde ha llegado a su final.
Gabriella Nightray

lunes, 20 de septiembre de 2010

So she dance

Gritos sin respuesta que en realidad no pretenden ser escuchados. Solo intentan crear un sonido más allá de las voces que inundan mis recuerdos.
El sonido de una canción –tú canción- , aquellos días en los que los acordes se deslizan en el tiempo y el silencio no es más que un lejano recuerdo.
¿Tienen sentido?
No. No tienen sentido, al igual que tampoco lo tiene desear esa estrella que no puedes alcanzar, ese sueño que se escapa de tus parpados con la luz de una nueva mañana.
¿Y si aún así lo deseo, si me niego a abrir los ojos?
Demasiado tarde. El grito ha sido silenciado, el sonido de tu melodía se aleja en la distancia, la luz de mi estrella se apaga, he despertado.
¿Por qué no me coges de la mano para que juntos podamos alcanzar la estrella y que la música vuelva a sonar al ritmo de un vals interminable?
Si no puedo dormir para siempre, al menos quiero soñar despierta.
Gabriella Nightray

domingo, 19 de septiembre de 2010

Dime.

Dime:
¿Dónde está la poesía de una noche sin dormir encadenada en tu abrazo? Lo sé, en los recuerdos.
¿Dónde quedan las palabras que te susurre al oído mientras dormías? Lo sé, en la oscuridad de una noche sin luna.
¿Dónde estas tú ahora? ¿Dónde estaré yo cuando tú te marches?
Sonriendo desde una vieja fotografía, con las manos entrelazadas y la eternidad en mente. Susurrando tú nombre, paralizada en el instante de aquel adiós a todos aquellos días de invierno refugiada en el calor de tu abrazo.
Dime:
¿Qué sentido tiene un día más si no encontrare tu sonrisa? Lo siento, todavía no sé la respuesta.
Gabriella Nightray

viernes, 17 de septiembre de 2010

¿Distrito 13?

Tick tack.

8:00 AM. Todos arriba.
Una música infernal -Justin Bieber- te anuncia el comienzo de un nuevo día. Te levantas pensando: "Hoy no será tan malo" Te equivocas. Es aun peor que el día anterior.
Te vistes ocultándote bajo una capa de indiferencia y bajas al comedor. Tu desayuno -sin cola cao-espera a ser vomitado. Y después empieza lo peor...

Tick tack.

9:00 AM. Las clases.
La mejor parte del infierno, la gente no está muy cuerda y parecen majos. Un deleite para mi, teniendo en cuenta que lo que viene al terminar es mucho, muchísimo peor.

Tick tack.

3:00 PM. La comida.
Casi tan mala como el desayuno. Te comes a toda prisa tu porción recalentada de pizza y subes a tu cuarto. Con algo de suerte tus compañeras no habrán llegado y podrás aislarte sin escuchar peleas sobre quien tiene las tetas más grandes o a quien le pertenece más parte del armario porque su ropa es mucho más cool. Si, en un internado para 'gente problemática' te han tocado de compañeras las pijas.

Tick tack.

4:00 PM. Libertad.
Es el único momento del día realmente malo. Sola, en tu cuarto, sin nada que hacer, solo te queda pensar. Algo que nadie que quiera salir cuerdo de este lugar debe hacer. Entierras la cabeza en la almohada y lloras esperando que tus compañeras tarden mucho en volver. No necesitas más compasión que la que sientes de ti misma. Cuando el cabreo vence a la tristeza sales al pasillo en busca de problemas con el primer pirado que te ofrezca tampones en el pabellón masculino que encuentres. Castigada. 

Tick tack.

6:00 PM. Estudio.
Todo comienza de nuevo. Nos conducen como al rebaño hasta una gran sala donde durante una hora solo se escucha una cosa: silencio, silencio ¡silencio! Un silencio tan profundo que es ensordecedor. Deseas que todo acabe pronto.

Tick tack.

7:05 PM. Recreo.
Bueno, así lo llaman ellos. Son diez minutos de aburrimiento ilimitado y compasión. Si tu lo pasas mal, pero, por desgracia, hay gente que lo pasa mucho, mucho peor que tu. Es como un campo de batalla. 

Tick tack.

7:15 PM. Estudio.
El silencio invade el pequeño pueblo durante otra interminable hora. Quedáis tu y tus pensamientos. De nuevo nada bueno en este lugar.

Tick tack.

8:15 PM. Recreo.
Otros diez minutos. Perdón ¿he dicho diez? Quería decir cinco. Cinco minutos en los que observas como atormentan a una pobre chica que ha cometido la imprudencia de mostrarse en publico como fan de Naruto. Te comes tus palabras y tu mala ostia y te acercas a esa otra chica que llora. No puedes consolarla.

Tick tack.

8:20 PM. Si, estudio.
La última hora. Y a pesar de que sabes que pronto terminara la tortura, ya has perdido las ganas y la ilusión de salir.

Tick tack.

9:10 Pm. Oración.
Si, habéis leído bien. Oración. No hay mucho más que comentar de esta nueva forma de tortura. Solo so los desvaríos de un pobre anciano. Debates con la chica friki sobre si Digimon es o no es mejor que Pokemon. Castigada again. 

Tick tack.

9:30 PM. "Tiempo libre"
El momento para hacer lo que quieras. Siempre y cuando lo que quieras hacer sea nada. La palabra "prohibido" es mágica aquí. Prohibido correr. Prohibido salir del cuarto. Prohibido dar la luz. Prohibido no ser un autómata sin alma que quiere quedarse para siempre en lugar de tirarse por la ventana.

Tick tack.

10:00 PM. La cena.
No puedo describirla porque hasta ahora me he abstenido de participar en ella. -Aprovecho el tiempo para duchar con las estúpidas duchas de piscina de agua a esa temperatura a la que el infierno se congela y los rusos comienzan a poner se bufanda. 

Tick tack.

10:30 Pm. Más... "tiempo libre"
Hora de recibir la llamada de tu madre. Es el momento. Pierde tu dignidad, suplica, llora, acepta los chantajes... todo vale. Tienes que salir de allí. O... Di "por favor" ante papa y espera que el Batmovil venga por ti. 

Tic tack.

11:00 PM. Se apagan las luces.
Todo en silencio y a oscuras. Sin ruido, sin movimiento, sin nada hasta las ocho de la mañana siguiente. El mejor momento para mearte encima. Si, esta prohibido molestar con el ruido de la cisterna por las noches.
Miras al techo intentando contener las lágrimas y dejas que el sueño se apodere de ti. En cierto modo es la única manera de ser feliz en este lugar. En sueños.

¿La solución? Si, yo también lo he pensado, pero las ventanas tienen rejas. Ademas... las señoritas no se deben suicidar.

Violet Nightray

Es todo cuanto os puedo contar de mi corta estancia en Muga de Sayago. El infierno en la tierra. Si, admito el toque de drama, visto objetivamente han pasado cosas divertidas, pero... y lo que me va un drama a mi...