viernes, 16 de diciembre de 2011

Libre

Horas y horas al día charlando. Tardes en un parque conociéndonos. Consuelos y risas sustentadas por las cadenas de un par de columpios y sustentadas por la confianza que se va tomando por cada bajada del tobogán cuando volvíamos a ser niños.

Últimamente la noto extraña, se preocupa mucho por mi, parece más sincera que antes y me sonríe y me ayuda más de lo que necesito. Quizá aun tenga una esperanza ¿sentirá lo mismo que yo? debo armarme de valor y confesarlo, lo haré esta misma tarde cuando nos reunamos a la hora de siempre en el mismo lugar que cada día.

Cuando llega me parece que esta más deslumbrante que nunca, es preciosa aunque ni ella misma se de cuenta. Charlamos un rato como tantas otras veces y después me preparo para confesarle que la quiero, pero me interrumpe. Ella también tiene algo que decirme ¿será eso? ¿Me dirá que me quiere y podré responderla con el beso que tanto tiempo hace que quiero darle?

No lo es. Si, quiere a alguien, a mejor amigo.
Me trago mi confesión y finjo que no pasa nada. Quiero gritar, llorar y pedir explicaciones. Me callo, sonrío y la ayudo a acercarse a él.
La quiero.

Violet Nightray

martes, 13 de diciembre de 2011

No importa.

Algunas  veces, tenía la sensación de que hasta su ventana no llegaban los rayos del sol. Sin embargo, nunca dudó de que las palabras envenenadas si que se colaban por debajo de la puerta esperando a que llegara el silencio para poder sonar con más fuerza. Y a veces no necesitaba escucharlas para intuirlas.

“¿La ves, esa, la rubia? Sí, pues yo he oído que…” “Sí, es esa. Y me han dicho que…” “¿A qué no lo parece? ¡Pues porque no sabes que…!”

Murmullos. Verdades tan tergiversadas que se habían convertido en mentiras que ella creía hasta hacer de ellas su mantra. Cuchicheos que estallaban cuando ella giraba la esquina, o cuando cerraba la puerta. Rumores. Cientos de personas que la juzgaban, ninguna que realmente la conociera.
A
No importa” susurraba. Y sonreía como si no supiera nada. Vivía en su mundo particular, encerrándose en si misma: entera por fuera y rota por dentro. Una tormenta encerrada en una cascara de nuez. “No importa” decía, mientras lloraba frente al espejo que no le mostraba lo que ella quería ver. Los ojos demasiado pequeños, la boca demasiado fina. El pelo demasiado lacio.  Demasiado alta. Demasiado gorda. Demasiado imperfecta. Demasiado ella. “No importa” pero sí importaba. Era importante, porque le dolía. Porque anhelaba tanto ser diferente, que era incapaz de quererse a sí misma.

Y un día la descubrió en labios de otra persona. Esa desconocida oculta detrás de unos ojos tristes, y de mejillas pegajosas por las lágrimas. Esa chica que se escondía detrás del todo en las fotos y aun así destacaba, la  siempre paseaba sola por el parque cantando en voz baja. La que adoraba el cine, la música y reír. La de dulce sonrisa y voz suave. Esa extraña en su propio cuerpo, que se había cansado de pensar en los demás. Ella.  

No importa” repitió, deseando creer que era cierto. Y dejo de mirarse en el espejo, sabiendo que era más guapa en los ojos de otra persona, comprendiendo que demasiado no es más que un concepto. Aprendiendo que las personas no somos realmente cuando estamos solos, sino que nacemos en compañía de otras personas.

"No importa" grito. Y no importaba.

Gabriella Nightray

sábado, 10 de diciembre de 2011

Y si...

Es extraño contemplar un rostro que un día lo fue todo para ti y hoy ya no significa nada. Te produce nostalgia, y te arrastra al mundo dónde los “quizás” no son sólo hojas secas que pisotear en tu camino, sino que son realidades que podrían ser tu presente con tan solo que lo desees.

Hubo un día en que supiste todo sobre esa persona. Su color favorito era el azul, su zumo preferido el de naranja. No creía en el amor, pero adoraba enamorarse. Sus padres se conocieron en el instituto. Le gustan las historias de terror y las películas románticas. Nada de eso ha cambiado. Pero ahora ya no sabes que canción le hace enloquecer, ni que comida se le da mejor preparar o cuándo es la última vez que se ha sentido triste.

Sois dos extraños que comparten una gran familiaridad. Ya no sabes que es de su vida, ni cuando todo se volvió del revés en vuestros caminos. Aún no comprendes porque ya no encontrabas un rato para ella, y porque cuando estabais juntos contabas los segundos para marcharte. Dudas que ella sepa algo sobre ti hoy en día.

Y en un viejo cajón, aún están las fotografías desde las que sonreiréis para siempre, creyendo que el tiempo que os queda por vivir es para vosotros porque nunca vais a separaros, sin saber que vuestra historia comenzó con un final ya escrito, y que algún día, tal vez mañana, esas sonrisas no serán más que un instante de dos historias que no volverán a entrelazarse. 

Gabriella Nightray

viernes, 9 de diciembre de 2011

Frío.

Vítreo. Es la visión que me aborda cada mañana cuando me despierto con lágrimas en los ojos y ganas de vomitar. La habitación se mueve a mi alrededor y me marea. Me levanto sin fuerzas, como cada mañana desde hace cinco interminables años. Mis piernas parecen más y más gruesas cada mañana y a penas consigo ver mi cuello entre tanta grasa.
Salgo de mi cuarto y me cruzo con mi madre en el salón que, como cada mañana, me espera con un plato humeante y un desayuno que haría que una cerda dejara de tener hambre. Y yo, como cada mañana, la ignoro y voy al baño, tengo que perder otros 300 gramos al final de este día. ¡Me odia! Solo quiere que sea horrible toda mi vida para que nadie me quiera y estar sola acompañándola en su amarga vida.

Vítreo. Es la visión que tengo cada día cuando me despierto con lágrimas en los ojos y la sensación de que lo hice todo mal. Salgo de la cama y pongo una sonrisa en el espejo que me dice a mi misma que no tire la toalla y que soy la mejor. Siempre me he preguntado si ella se dio cuenta de que esa sonrisa era falsa y por eso dejo de creerse las mentiras que todos nos decimos a nosotros mismos cada día. Preparo el desayuno con esperanzas renovadas y espero a que se despierte, es la hora, está a punto de salir de su cuarto. Hoy, como cada día, la veo más desmejorada. Sus piernas dejaron de ser piernas hace mucho para convertirse en huesos recubiertos por una piel amarillenta, enfermiza. Su cuello esta tan hundido que podría ver la saliva que baja por su maltratado esófago. Rechaza mi mejor sonrisa y se va al baño. 
Recojo el desayuno intacto mientras finjo que no escucho las arcadas al otro lado de la pared. Ignoro mis propias lágrimas y rezo un día más para que sobreviva. ¡La odio! No tiene derecho a quitarme lo que más quiero en mi vida. ¡Es mi hija! 

El espejo me muestra un día más mi patético y horrible rostro, mis ojeras y me deformado cuerpo. Las arcadas son tan naturales para mi como el aire y cuando salgo estoy un paso mas cerca de dejar de ser el hazme-reír de cualquier desconocido por la calle. Paso por el salón y, como cada mañana, mi madre ya no esta y el desayuno ha desaparecido. Finjo que no escucho el llanto al otro lado de la pared y me preparo para salir de nuevo a un mundo que me juzga y me reprocha. Hace demasiado tiempo que deje de distinguir la realidad, no se si soy una momia o alguien al borde del paro cardíaco por obesidad. Solo se que el frío y el dolor se sienten por igual en ambos cuerpos.

"Hoy va a renacer", me repito, como cada día. 

"Hoy moriré y en mi lugar nacerá alguien bello", me repito, como cada mañana.

Violet Nightray 

jueves, 8 de diciembre de 2011

Un paso más cerca

Encontrar la solución a un problema nunca fue fácil, pero hay que ponerse a buscar.
Yo era una de esas personas que prefería quedarse autocompadeciéndose y esperando escuchar el tono de lastima que la gente utilizaba para referirse a mi. Me hacia sentir mejor el pensar que era el centro del mundo por un rato, hasta que llegó él.

Me miró con desprecio mientras todos los demás lo hacían con pena, me grito e insulto, en lugar de recitar la palabra mágica "pobrecita", me obligó a levantarme de mi rincón y casi con asco me empujó para devolverme a las sombras que yo misma había creado. Pero entonces ocurrió algo extraño. Por primera vez en mi vida mi rincón me ahogaba. quería salir y no sabía como hacerlo. El rencor de sus ojos me empujó hacia delante y me acerqué un paso más a la salida de mi pusilánime existencia.

El espejo me mostraba lo mismo que el reflejo de los ojos de ese chico. Siempre había pensado que era una niña adorable y que todos debían escuchar mis quejas, pero en ese momento sentía que mis quejas eran tan ridículas que me sonrojé ante mi propia estupidez. Me di cuenta de que solo soy una niña tonta, mal criada y egoísta que en lugar de alegrarse por el bien de los demás lo envidia. Y di otro paso.

Ahora estoy aquí, me he atrevido a buscar las soluciones pero no se como hacerlo sola, necesito alguien que me vea como realmente soy, que me diga si ciertamente he cambiado o solo sufro enajenación mental por la rabia que me produce que ese chico no me hiciera caso.
Le he buscado por toda la ciudad y ahora estoy frente a su casa. Doy el último paso y toco el timbre de su puerta.
Me preparo para saber la verdad, me preparo para ver el reflejo de quien realmente soy, en los ojos desconocidos del chico que cambió mi vida.

Violet Nightray 

Filosofía descafeinada.

Hay días en lo que todo se desmorona a tu alrededor. Pasas toda una vida construyéndote una vida, asentando unas bases para tus principios, y un día, te das cuenta de que puedes destrozar todo tu esfuerzo  en tan sólo un minuto. De que es inútil intentar lo contrario, porque en el fondo tu destino nunca estuvo en tus manos. La vida es aquello que te sucede cuando tú ya has hecho tus planes, y eso es indiscutible. Universal.

Esos días no tiene sentido que busques la esperanza, porque aunque la encuentres la tentación de rendirte, tirar la toalla y dejar que tus fuerzas se agoten mientras esperas en un rincón a que las aguas vuelvan a su cauce, o a que alguien tome la decisión que tú no osas tomar. Quieres hundirte en tu pozo de autocompasión, llorar lo que muchas veces te callas, y dejar que la soledad te ahogue en su abrazo infinito.

Pero…siempre hay quien lo impide. Quien te sonríe mientras te tiende su mano para ayudarte a levantar, quien te abraza para que sepas que está ahí, aunque se quede callado, recomponiendo tus sueños rotos con una aguja de buenas intenciones  usando como hilo el silencio. Cuando esa persona se acerca para dejar que llenes su hombro de lágrimas, tú sigues estando triste. Tu vida sigue siendo una mierda. Las cosas no van a mejorar simplemente porque ya no estés sólo. Y sin embargo, hay algo que cambia en la circunstancia y que deja ver un rayo de sol en medio de tus pensamientos: la esperanza.

Gabriella Nightray

domingo, 4 de diciembre de 2011

Natural.

Agua. 
La lluvia cae sin pausa sobre toda la cuidad. Las luces de los coches y las farolas se ven distorsionadas ante el telón acuoso que envuelve las calles y los habituales ruidos de la noche: gritos, motores y el constante murmullo de la prisa de la gente, quedan ensordecidos por el chapoteo de las gotas al caer. Es una lluvia fuerte, similar a la que acompaña a las grandes tormentas de los bosques, que limpia esta jungla de cristal y tecnología. 


Viento. 
Hace frío. Un viento suave pero voraz recorre la ciudad de punta a punta, helando cuando encuentra a su paso. Azota la cara de las pocas personas que te atreven a enfrentarse a él sin compasión y arrastra todo rastro de humanidad con él. Ni bolsas, ni basura... No queda nada después de él. Es revitalizante, te despierta y obliga a moverte para defenderte de él. 


Tierra. 
Huele a tierra mojada. Ese acogedor aroma tan natural hace que el humo, o los tubos de escape de los vehículos pasen completamente desapercibidos. Te refresca los pulmones y despeja tu cabeza de todas las preocupaciones diarias. Clases, trabajos, problemas familiares... Poco a poco y durante unos minutos dejan de existir. 


Fuego. 
Tras una noche purificadora, la ciudad se enfrentara mañana al sol. Un sol radiante y cálido que se reflejará en el agua de los charcos y las rosadas mejillas de los niños de camino al colegio. Poco a poco secará las cases y hará que todo quede precioso, impoluto y lleno de vida, durante al menos unos días. 


Me encuentro en una pequeña calle. Tenía prisa, iba de camino a casa tras terminar mis clases particulares. Debo hacer mis deberes y preparar un examen para mañana, pero cuando estaba a mitad de camino me sorprendió la lluvia. Intenté resguardarme pero en pocos segundos estaba empapada y al mirar al cielo me detuvo el intenso brillo de la luna. Nunca la había visto tan grande y bonita.
Me he parado, estoy mojada y tengo la nariz fría, pero ya no tengo prisa. Nunca había visto la naturaleza tan de cerca como ahora. Nunca se me había ocurrido pensar que por más que el hombre crea que la batalla contra la Tierra esta ganada, ella siempre hace un hueco en su agenda para recordar a los pocos que se paran a mirar que sigue aquí y que no se da por vencida. 

Violet Nightray

sábado, 3 de diciembre de 2011

Running in the dark.

Y allí estaba yo. Sola, en medio de la nada, buscando una respuesta que sirviera para todas las preguntas que me he hecho durante toda mi vida. Pero en mi mente no había más que un vacío absoluto que trataba de devorar todo aquello que no quiero olvidar. Mis gritos no se escuchaban, por muy altos que sonaran. O nadie quería escucharlos. Y yo solo sabía correr en medio de toda esa oscuridad.

No sabía en qué momento ocurrió, pero me di cuenta de que mi mundo estaba detenido en una noche que no tenía un final. Y en medio de todo, estaba mi memoria. Las risas a destiempo, las lágrimas que nunca llegaron a caer, las palabras que no me atreví a decir en voz alta para no reconocerlas, los ratos soñando despiertan con momentos con días mejores y cielos azules. Todos los engranajes que una vez dieron sentido a mi existencia y que de repente ya no estaban.

Creí que era el final. Qué no quedaba esperanza, y que yo pronto sería otro engranaje parado en el tiempo. Me había resignado a convertirme en una persona sin sueños que avanza día a día sin dejar una huella en mi camino, en una cara conocida que un día desaparece y a nadie le importa dónde está ahora.
Cerré los ojos cansada de no ver nada y me deje caer en mi tristeza, abandonando, y en ese momento, me agarraste. Volví a abrir los ojos, y me encontré con tu mirada. Y de pronto, todo volvió a su sitio. Porque tú estabas allí, conmigo, y con eso bastaba para que la oscuridad ya no me diera más miedo.

Las piezas rotas de mi ser se recompusieron, y yo volví a estar completa de una forma diferente. Las sonrisas recobraron su sentido, tu voz me ataba a la realidad, y en tus ojos estaba esa respuesta sin palabras. Yo nunca estuve vacía hasta no saber que en realidad sólo soy una mitad incompleta. Pero si estás conmigo, eso ya no importa. Por eso, quédate conmigo.  Y nunca volveré a correr sola. No habrá más oscuridad.

Gabriella Nightray

sábado, 5 de noviembre de 2011

Por ti.

Por ti podría ser cualquier cosa. Lo qué quieras.


Podría ser más dulce que el azúcar. Callarme lo que pienso. Reírme ante un chiste malo.Podría salir a bailar, agarrada de tu mano. Hacer rimas que en realidad no dicen nada, en un poema que lleve tu nombre. O también podría intentar ser indiferente, no devolverte las llamadas, no mirarte cuando sé que me observas. Decir todo lo que pasa por mi cabeza.


A cambio, sólo te pido que seas como eres. Qué te olvides de que no siempre sé como dibujar una sonrisa y de que a veces soy un poco insoportable.Porque yo, podría cambiar, o al menos intentarlo.


Porque cuando estoy contigo, quiero ser mejor persona.


Gabriella Nightray

domingo, 9 de octubre de 2011

Lluvia de estrellas

La oscuridad del cielo invadida por la claridad de la luna, que refleja un brillo frío y mucho más atrayente que el de cualquier otro astro. Es extraño, pero la propia luz del sol por si sola no resulta emotiva, sin embargo, al verla con la luna como intermediario cobra una vida gélida y distante que hace que no pueda apartar los ojos de ella. 


Las estrellas. Simples puntos luminosos en el cielo que podrían haber sigo dibujados al antojo de un niño.Sin embargo son lejanas y grandes. Más de lo que podemos llegar a imaginar. 
Se enciende una más en el cielo, y deja una estela de luz al desplazarse durante a penas unas milésimas de segundo en el gran fondo negro que hace que desaparezca. 
Y ya esta perdida. Nunca volverás a verla, ni tu ni nadie. 


Una lluvia de estrellas fugaces hace que la mente se apague, y te centres de disfrutar del espectáculo que te ofrecen. 
Es inevitable y precioso mirar al cielo, también inquietante descubrir lo insignificante que eres en comparación con él. 


La noche. No es profunda, no es romántica, no es siniestra... Solo es la falta de luz que, a veces, se necesita para darte cuenta de cosas que el brillo del sol no deja ver. Una inspiración. 


Violet Nightray

domingo, 25 de septiembre de 2011

Engaño

Ese segundo en el que se te cae el mundo a los pies. Sientes que algo termina y de pronto te ves a ti mismo afrontando un presente que no elegiste, tomando una decisión que te encierra entre lo que debes hacer y lo que realmente quieres -eres capaz- de hacer. Y todo cambia.

Desconfías, crees que miente y te sientes inseguro. Los hay mejores que tu y ella esta con ellos. Lo vas a olvidar -o eso esperas-, confiarás en ella -más que imposible-, y te das cuenta de que eres uno de esos lunáticos que acaban contratando un detective para seguir a su esposa -porque si no es tuya no es de nadie-.

Me quiere -eso no me asegura que no me engañe-, la perderé si no le doy otra oportunidad -la perderé igual dándosela-, es pasajero -nunca olvidaré lo que hizo-.No es culpa mía -no, no lo es-, es ella la que miente -cierto, merece un castigo-, ¡me engañó! -solo es otra zorra más-. Yo la quiero -haré que no me abandone-.

¿Quién tuvo la culpa de las muertes? ¿Que traición fue más ruin? A veces jugar con los sentimientos de una persona es mas peligroso de lo que cualquier mujer infiel o cualquier amante despreocupado se pueda imaginar. ¿Se merecía aquel hombre la cárcel? ¿Y la mujer? ¿Se merecía la muerte?
¿Cómo acaba una pareja feliz tan destruida por un desliz? ¿Por qué los celos son tan poderosos?
Preguntas sin respuesta, supongo. Aunque quizá, si todos fuéramos más sinceros, no hiciera falta formularlas.

Violet Nightray 

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Un futuro reencuentro

Es un vacío extraño. Algo que quieres impedir a toda costa, pero te es imposible, no eres tú el que decide sobre qué hacer. Un cosquilleo en el estómago, pero no de esos que se tienen por nervios, si no uno que hace que te ardan los ojos. Y sacas una sonrisa, que no convence a nadie, de donde solo hay ganas de llorar.

Un abrazo, fuerte, el más fuerte que recuerdes haber dado en tu vida y un último beso, con los ojos cerrados. Se te saltan un par de lágrimas al abrirlos y ver que sigues de pie, a punto de irte, en lugar de estar abrazado a ella en su cama. Una mirada borrosa a través de las lágrimas y observas como te da la espalda y va hacia la salida.

Se gira un momento para decirte adiós una vez más, con la mano. Le devuelves el gesto mientras te pones en la fila que lleva al tren. Por un segundo te parece una fila con vistas al infierno. Después simplemente no prestas atención a nada. Quieres correr tras el coche que la aleja de ti.
Todo a tu alrededor es ruidoso y molesto, y centras tu atención en cada movimiento con la esperanza de que sea ella, buscando un último abrazo.

Subes al tren.
Lloras, por fin estas solo entre un montón de desconocidos, y no te importa desahogarte esperando, suplicando, que el tiempo transcurra rápido y tenerla de nuevo entre tus brazos.

Violet Nightray

viernes, 2 de septiembre de 2011

Acordes

Tan tan tana tan tan tana, tan tan tana ta nanana.

Sigues el compás de la música. Son acordes fuertes, íntimos, seguidos de una voz profunda que te hace levantar la cabeza y entonar la melodía.
Tu cuerpo se mueve sin permiso. Las lágrimas se te saltan sin saber muy bien qué emoción quieres espesar con ellas. Sientes cada musculo, cada cabello, cada poro de ti esta entregado al ritmo. Gritas la letras como si se tratara de alguna especie de liberación. Aunque no estas muy seguro de su significado.

Tan tanana ¡tan!

Y termina la música. Ya no estas triste, ni vacío, ni te aburres.
Solo es una canción, pero de alguna forma ese completo desconocido, que cantaba al otro lado de tu ordenador, ha llegado a tu corazón de un modo que no puede tan siquiera expresarse. Una conexión directa sin ningún tipo de contacto, entre dos personas que se encuentran en extremos distintos de la Tierra.
Y de alguna manera, gracias a eso... Ya no te sientes tan solo.

Violet Nightray 

viernes, 26 de agosto de 2011

Escondite

Vamos a jugar al escondite, como cuándo eramos pequeños. Esta vez, tú esconderás tus miedos, y yo esconderé mis complejos. Juntos ocultaremos todo aquello que nos hace diferentes, y esperaremos a escuchar las voces de los que puedan ver más allá de una sonrisa vacía y una meta sin obstáculos.

Tal vez, saldremos a la luz (juntos) o quizás, yo me quede en la oscuridad de las sombras, dónde todos te miran pero nadie te ve (a salvo), y si tu intentas marcharte, te suplicare que te quedes conmigo para no estar sola en las penumbras de mis temores. Puede incluso que llegues a arrastrarme al otro lado de mis dudas y la luna nos ilumine otra vez, como hace años. (cuándo todo lo que escondíamos eran nuestras carcajadas)

¿Alguna vez te has preguntado que hay detrás de todo lo que abandonamos con los años? ¿Y dónde se esconden las noches sin luna, los días de campamento y las margaritas deshojadas?

Ahora quiero abandonar mis miedos (ser yo misma) buscar una luna llena (un sueño), volver junto a aquella hoguera (las noches de verano) y encontrar las respuestas por mi misma. (confiar)
Quiero correr hacía la persona que cuenta, y quiero contarte mi camino fuera del rincón dónde escondí todo aquello que en el fondo nunca quise olvidar.

¿Quieres acompañarme? Soñar conmigo en tardes de sol, pasear bajo la lluvia y comprender que el mundo no es solo aquello que nos rodea. Es lo que creamos cada mañana, las personas a quien elegimos y todo aquello que no esperamos. Los momentos que vivimos y de los que no queda constancia, pero que nunca olvidamos porque son demasiado importantes.
 Gabriella Nightray

jueves, 25 de agosto de 2011

Preocupaciones temporales

Los segundos pasan en tu mente como el tintineo de una campanilla, demasiado lentos. Los minutos tardan eternidades en llegar y las horas se estancan a la espera de que vuelva. Pero no lo hace.
La esperas un poco más, más, más... La noche ha caído, pero tu esperanza de verla entrar por la puerta no decae.

Te sientes vacío, pero te niegas a marcharte. "Solo un poco más", te dices.
Te apresuras a levantarte cuando oyes el sonido de una llaves, pero no es ella. Y entonces la espera llega a su fin, podrías seguir aguardando su llegada, pero la impaciencia y la angustia de quien espera algo sin la certeza de que llegará es más que suficiente para que vuelvas a casa.

Quizá mañana regrese. Quizá entre cuando duermas. El tiempo es más pesado cuando te empeñas en acelerar su camino, sin darte cuenta de que, lo quieras o no, llegará.

Violet Nightray

miércoles, 24 de agosto de 2011

Conformista

La lluvia resbala por mi cara, hasta encontrar un nuevo vacío y morir en la arena. A mi alrededor pasan las personas ajenas a mi existencia. Yo también fui una de esas personas. Un día, yo también pasaba por esta calle, sin reparar en los demás. U día fui joven. Arrogante. Un día me creí capaz de acceder al control del mundo, o al menos de mi destino. 


Hoy se que me equivocaba. Hoy vuelvo a pasar por las misma calles, pero ya no quiero cambiarlas. Y mañana volveré a ver a personas que ayer fueron importantes, con las que prometí estar siempre, pero que hoy ya no significan nada. 
He comprendido que las decisiones que elijo no siempre son correctas. He perdido mis ideales. Me he perdido en mi vida, y he encontrado una marioneta con mi rostro. 
Soy lo que siempre odié (conformista, fracasado). Me he rendido (ya solo me queda la lluvia en mi cara  los recuerdos de días soñando con que saliera el sol). 

Gabriella Nightray

Rusted for the rain

Sin nada que hacer, nadie a quien culpar. 
Todo se ha desmoronado y no me siento mal por ello. Podría aplastar mi propio corazón sin temor a sentir un resquicio de pesar en el proceso. 
Se acabó, sin explicaciones. Tampoco las pedí. No soy más que un cobarde observando como todo lo que construí cae al suelo y es pisoteado por las cadenas del destino. Todo se oxida y se deteriora pero sigo aquí. Sin nada que pensar.  Sin nada que reparar. ¿Por qué debería hacerlo? Solo son recuerdos. 


Puede que ya no tenga sensibilidad, pero tampoco siento dolor. Todos corren mientras yo me quedo. Y seguiré aquí mientras tenga una oportunidad de escapar de las lágrimas a las que todos están sometidos. 
La vida ya no puede hacerme daño, ahora yo soy el rey. 

Violet Nightray 

lunes, 6 de junio de 2011

Un golpe de suerte

Está encadenada al tiempo. Un continuo tick tack marca su vida minuto a minuto, segundo a segundo. Planes, obligaciones, estudios, trabajo, incluso sus aficiones han pasado a ser algo metódicamente planeado, sin emoción. Sabe lo que hará hoy. Y mañana. Y todos los días durante los próximos meses.
Se levanta poniendo el pie en el lugar exacto, en el momento adecuado [8:00AM], de la forma correcta. Y así cada día.


Camina por la calle a paso acelerado [8:30 AM], debe llegar a sus clases de violín. Le gustaba, antes la liberaba del estrés, la hacía libre. Ahora es un trabajo más que se le acumula, otro de los lastres que la convierten en la señorita perfecta. Los dedos en su correcta posición, el sonido nítido y frágil del violín y concluye la clase [9:30AM]. La esperan en sus clases. Llega tarde.
Corre con sus tacones altos por la cuidad hasta coger un taxi. Le gustaba montar en autobús, ver la vida de las otras personas desde un asiento alto en la parte más escondida de vehículo y dejar que la multitud entrara y saliera mientras esperaba su destino. Pero el autobús es muy poco elegante y nada puntual.


[9:45 AM] Llega con quince minutos de antelación. Sencillamente perfecto. Lo prepara todo para recibir a sus alumnos con una sonrisa y un montón de juegos y actividades provechosas para el desarrollo de su inteligencia. Siempre creyó que los niños merecen jugar, reír, divertirse y soñar con nubes que pasan por debajo de sus pies descalzos. Pero los ajetreados padres (ahora tan parecidos a ella) no pagan para que los niños pierdan el tiempo. Deben aprender a leer, sumar, restar y serles útiles a la sociedad en un futuro. Quién sabe si alguno no llegará a político.


[2: 15 PM] Fin de las clases. Las madres vienen a buscar a sus críos con su mejor vestido para eludir las criticas de otra posible madre que las esté observando con ganas de meter su puntiaguda nariz en asusntos ajenos. Ella detestaba a esas mujeres cuando las veía a la puerta del colegio. Cuando su madre iba a recogerla. Pero ahora se da cuenta de que son un gran ejemplo a seguir.


[3: 30 PM] Tras unas compras rápidas se dirige atropelladamente a su casa. Aun tiene mucho por hacer: una comida sana y equilibrada, algo de deporte para conservar la linea, clases de danza y un cursillo de empresariales. Y todo debe estar hecho antes de las siete de la tarde o no le dará tiempo a preparar la cena perfecta para su marido. Pero hoy se dará cuenta de que hay cosas que no puede controlar.


Su gran tacón quiebra. La chica cae sobre un gran charco de agua y tierra, llenando su perfecto vestido con un aire informal, pero elegante, de barro. Su cabello rubio, perfectamente recogido en un moño juvenil pero maduro, cae ahora por su cara en mechones suelos y desordenados. Hoy no tendrá tiempo de comer. Pero no importa lo importante es terminar el calendario del día como dios manda. Antes no habría pensado así. Se levanta escandalizada por el incidente y antes de ponerse de nuevo en marcha ve su reflejo en el escaparate de una tienda de cachorros. Siempre quiso tener uno, pero cuando por fin pudo conseguirlo se dio cuenta de que... no tenía tiempo.


La pila de su reloj se acaba de parar. Camina con una sonrisa y la melena al viento. Su traje esta sucio y cojea debido a su tacón. Piensa, hace más planes. Planes en los que mañana, los niños de una respetada guardería del centro de la ciudad jugarán con barro para hacer jarrones. Quién sabe, quizá el político se convierta en un artista.


[9: 30 PM] Espera a su marido en el sofá de su casa, que no esta tan limpia como de costumbre. Tiene una manta de cuadros por encima y un tarro de helado de chocolate que come con una gran cuchara mientras ve una película. Una de las que le gustaba ver antes, cuando su vida no iba a contra reloj. Él la mira sorprendido y ella le sonríe.


-Quiero un cachorro. 


Su marido corre hacia ella riendo y la abraza untándole helado en la nariz. Ha recuperado a su mujer, por fin ha vuelto a ver esa sonrisa despreocupada en su rostro. Ambos ríen y comentan la película el resto de la noche.
Al día siguiente, un poco más tarde de las 9: 30 PM (retraso antes imperdonable) el marido llega con un cachorro en brazos. Ella lo coge y lo reconoce enseguida. Es el cachorro que jugaba con la pelota en el escaparte donde ayer recordó que el tiempo... Es para disfrutarlo.


Violet Nightray

jueves, 2 de junio de 2011

Absurdo mundo perfecto.

Siempre sonríe. Su mundo es una burbuja rosa de días cálidos y palabras bonitas. Sin embargo, dentro de la burbuja, existe la tristeza que torna la perfección absurda y retuerce las palabras hasta convertirlas en monstruos que aguardan bajo tu cama, esperando a que llegue la noche para recordarte tus temores. (romper su armadura)


Son las veces en que su burbuja se aleja del sol, cuando los colores ya no brillan, cuando ella se siente triste dentro de su sonrisa indiferente. Y entonces, quiere que la gente lo sepa. Decir "estoy bien" y que la mentira se rompa antes de que otros la escuchen, pero siempre llega y los demás se apartan. 
Por eso les odia, por no saber romper esa burbuja que ella crea cuando quiere estar sola (porque quiere que otros lleguen sin que los llame), y cuando sigue sola rompe a llorar, dentro de su mundo solitario de cristales opacos.


No sabe cuando, su cárcel de agua y jabón se ha vuelto transparente, el otro lado de un espero que no la refleja en ninguna parte.(en un lugar dónde no tiene que sonreír porque no hay nadie a quien mentir, ni nadie que busque más allá de su máscara) Pero quiere romperla, hacer pedazos todos sus miedos y escapar de los ojos amarillos que la observan desde la oscuridad.Pero si lo logra, si los rompe, se esparcen por el suelo, cientos de pedazos brillantes y afilados (rotos) que esperan a que pase sobre ellos, anhelantes de rasgar su piel buscando recordarla que sus viejas heridas aún no han cicatrizado. Obligados a retenerla en ese mundo seguro sin latidos desbocados ni irregularidades con las que tropezar. (sólo sus miedos)


Su burbuja de cristal es su lugar seguro, dónde todo es igual y el viento no susurra cuentos sin final feliz. Allí todo es como ella quiere que sea, no existe la verdad ni la mentira, porque solo ella decide que esta bien y que esta mal. Aún así, a veces quiere abandonarla, pero siempre elige romper el espejo que le muestra un mundo distinto (el mundo fuera de la burbuja lleno de risas ahogadas y sollozos a medianoche)  y continuar en su lado de la realidad, dónde puede mantener sus sueños vacíos, ignorando que lo único que le impide obtener las alas es su propio miedo a volar.


Gabriella Nightray

sábado, 28 de mayo de 2011

Feliz cumpleaños.

Un año más... Se va. 
La vida continua y ella crece. Aumenta su edad, su cuerpo cambia, algunos gustos, ideas sueltas... Poco a poco se transforma en lo que terminará por ser al final de su vida.
Un año más... Parece importante, se hace mayor, no, ya es mayor. Responsabilidades y nuevas libertades, ya puede cuidar de si misma. Es una más de todas las personas que cruzaron la linea y abandonaron la infancia -quizá sin desearlo-. 


No es diferente. No es distinta a como era ayer, su rostro, cuerpo, pelo y ojos se reflejan de la misma manera en el mismo espejo en el que ayer se vio como a una cría. Y se sigue viendo así, a pesar de que a ojos del mundo sera toda una mujer, adulta y responsable. ¿Tanto puede cambiar una persona en unas horas? 
No quiere saber la respuesta, solo sabe que, por mucho que deba crecer y comenzar a forjar su propio futuro, cuando se mire al espejo seguirá siendo esa chica de 17 años que aun tiene todo un mundo por recorrer y cientos de cosas que aprender. 

Violet Nightray 

martes, 10 de mayo de 2011

I feel good

La gente muere. 
Miles de niños nacen cada día. 


El mundo esta corrompido. 
Hay almas puras que luchan por sus ideales y ayudan a los demás. 


Violencia de genero. 
Mujeres que salen adelante y luchan por un mañana mejor. 


Racismo
Miles de personas que miran a los ojos y no a la piel. 


Y camino por la calle observando lo maravilloso y enorme que es el cielo que cubre nuestras cabezas, los niños que juegan en un parque dejando que su imaginación les lleve a páramos desolados donde tendrán que salvar al mundo, los ancianos que disfrutan de la tranquilidad que les llega tras una vida larga y fructuosa, la vida que se esconde tras una margarita. 


Me siento bien y ni todos los males del mundo pueden hacer nada para impedirlo. Por cada contra hay un pro y en mi rosal, por cada rosa marchita hay cuatro capullos que prometen ser la belleza del futuro. No hay cabida para el pesimismo en nuestro gran jardín. 


Suicidios.
Gente que tiene el valor para dar el paso y dejar de sufrir. 


Insultos.
El perdón que viene tras ellos. 


Mentiras. 
Historias inventadas por personas imaginativas. 


Tristeza.
Un gran sentimiento sin el cual sería imposible apreciar la felicidad. 


Violet Nightray

miércoles, 27 de abril de 2011

Inspiración musical

Se adormece con el tintineo de las primeras notas musicales. Está relajado, desconectado por un momento. Su monótona vida le obliga a recargarse cada noche con algo de música, algo que le haga sentir. 


Deja la mente en blanco y miles de sensaciones, formas y colores aparecen ante él. Las observa con los ojos cerrados, la música no se puede apreciar rodeada de un montón de objetos sin valor, y hace mucho tiempo que aprendió a ver más en la oscuridad de su cabeza que en la luz de la realidad. 


Luces brillantes que le sacan de un suelo aburrido y gris y hacen que en una simple canción encuentre el motivo por que seguir un día más. Se duerme escuchando sumido en los sonidos de un nuevo atardecer y cuando despierte cada nota brillará en sus ojos. 

Violet Nightray

martes, 26 de abril de 2011

Arte abstracto

A veces sonríe, porque quiere hacerlo (y es feliz). Otras, para que nadie note que las cosas no están bien (que por dentro esta rota) pero todas ellas, siente extraña esa mueca en su rostro y se siente como la pintura que nadie quiso dibujar sobre un lienzo.

En ocasiones, se quita su armadura. Y entonces todos pueden verla (frágil, pequeña, rota) y retroceden. Les asusta esos ojos tristes y las lágrimas que tanto le cuesta dejar caer. A ella le asusta el mundo fuera de su coraza. (esta indefensa) 

Ayer, sabía que color era el correcto. Hoy, su vida se desdibuja en muchos colores que nunca tiene tiempo de atrapar y los días desaparecen detrás de un arco iris para desaparecer del calendario. 

Su lienzo se ha rasgado y las acuarelas que empleo para pintarlo se están borrando. (Rota, rota, rota) Un día menos, tan solo un cuadro abstracto más.

Gabriella Nightray

miércoles, 6 de abril de 2011

Observa tras el cristal adecuado

Camina -casi salta- con una gran sonrisa en los labios. Sin miedo ni prisa. Sus grandes -enormes e hipnotizadores- ojos azules miran todo a su al rededor con la curiosidad de quien nunca ha visto nada malo. Con esperanza, brillo y alegría. Su mente bulle en las ideas -grandiosas y simples- de una chiquilla. Ideas de cuentos, con flores cuyo aroma perdura para siempre y amigos que te hacen reír. Pensamientos felices. 


Nunca se ha planteado la posibilidad de detenerse, ¿por qué iba a hacerlo? Nunca ha pensado que alguien la pueda caer de su pequeño mundo -recogido en una bola de cristal que, espero, nunca se rompa-, pero podría pasar. 


Y como todo -lo malo- ocurre. Se confía. Le mira con una sonrisa sincera. Le habla. Le ve, más allá de lo visible, pero no es capad de encontrar esa piedra que enturbia su interior. No lo ve venir -no podría aunque quisiera- y cae. 


Cae hasta lo más profundo del pozo. Hasta donde no pensaba que siguiera el mundo, más allá del cristal. 
Unos ojos tan amables, sensibles y felices como esos no están hechos para observar el mundo real. Solo pueden esperar que las lentillas que sujetan lo maravilloso de sus vidas nunca caigan. 


Violet Nightray

miércoles, 30 de marzo de 2011

Muñeca de Trapo

Tu nombre susurrado en la oscuridad tiene el mismo sonido que el viento en tu ventana. –un tacto etéreo, y sabor amargo-, las caricias bajo las sábanas son frías pese a que su piel está caliente  -tú estás ahí, y le resulta más fácil así- y en definitiva esto no es lo que tu esperabas –no, no, no- (pero sí lo que querías)
No te quiere –le quieres- juega contigo –quieres que juegue-

Cuando todo acabe –cuando lo que grite no sea tu nombre, y ahogue entre besos tus gemidos para no escuchar tu voz- vas a arrepentirte, lo sabes –pero volverás a caer en ese juego sucio, sin normas, que solamente te hace daño a ti-

Y volverás a mentirte – me quiere- porque así es más fácil. – y acabas creyendo tus mentiras, sus caricias y sus besos que no son tuyos-

Es más fácil así (la verdad duele)
Gabriella Nightray

sábado, 26 de marzo de 2011

Relojes rotos

Finos y suaves granos de arena que se deslizan por la superficie de un cristal como si de seda se tratara. Todos buscan la salida hacia el otro lado. Pero hay demasiados. 
Algunos se atascan, otros deben esperar su turno, no pueden organizarse, la gravedad los llama y deben acudir todos. Tarde o temprano, pero no tienen prisa.


Unos ojos observan el movimiento desde hace tanto tiempo que ya no recuerdan otra imagen. No se desvían de las sensuales curvas del reloj de arena que marca su tiempo sin parar. Desea que los días pasen pronto, quiere que las semanas vuelen y que los meses a penas tengan tiempo para saludar al mundo. Pero solo ve granos que no quieren caer, que luchan por mantenerse arriba en lugar de dejarse caer para ayudarle. Quiere romper el reloj y dominar el tiempo a su antojo, quiere poder cumplir sus sueños sin depender de un trasto viejo que le atormenta cada segundo. Esta cansado de mirar sin hacer nada. 


Cae otro grano, un segundo menos, pero él solo ve todos los que faltan por caer, miles y miles de ellos que nunca se acaban, 
Espera, espera, espera y espera. Lleva toda la vida esperando y la arena nunca ha dejado de bajar. El reloj nunca se vacía. Y la hora de que su sueño se cumpla... No llegara. 


Ha aceptado que el tiempo se burle de él y que haga lo que haga siempre perderá ante los granos de arena. 

Violet Nightray.

jueves, 24 de marzo de 2011

Billete sin retorno.

Ruido. Caos. Ajetreo. Sonidos ahogados. Retazos de conversaciones. Gente que sube en trenes, gente que baja. Risas. Quejas. El llanto de un bebe. Peticiones. Móviles. Jóvenes. Niños. Ancianos. Olor a café. Pisadas. Pitidos. Gritos desde un altavoz. Vidas que fluyen como ríos y se cruzán en un mar común que no lleva a ninguna parte. Momentos especiales a los que nadie les da importancia. -Solo es un momento más, de entre millones de momentos que aún quedán por vivir.- Conversaciones recién empezadas, finalizadas, inconclusas, que no llevan a ninguna parte. Palabras que se quedan en los labios.


Y en un andén dónde todo es movimiento, solo ella esta quieta bajo la lluvia. Sola, esperando un viernes más a que pase por su vida un tren que hace años dejo escapar.


Gabriella Nightray

Viaje

Mucha distancia que recorrer. 


Un suspiro ahogado en una taza de té y un atardecer precioso y vacío. Un día más -o uno menos-, pero eso no la consuela. Necesita algo que le diga que todo lo que está pasando merece la pena -le bastaría con un abrazo - mientras el sol se esconde anunciando el comienzo de la noche -o el final de otro día -
Pero no tiene nada, solo puede imaginar -desear- y creer que todo saldrá bien. 


Una última mirada al infinito -entristecida pro una lágrima que cae-  y un pensamiento de despedida. Mañana será otro día -un metro menos que recorrer- y el amanecer le traerá la fuerza que necesita para aguantar un poco más. 


Una última mirada hacia el horizonte... Lejos, lejos, lejos.
Demasiado lejos como para recorrerlo con tan solo una taza de té. 

Violet Nightray

miércoles, 23 de marzo de 2011

Dulces pesadillas

No soy dios. Nunca podré volar, los delfines no obedecerán mis ordenes y no podré bajar la luna hasta la puerta de mi casa. No soy dios. 


Pero si lo soy. 
Puedo aventurarme a abrir la puerta que marca mis limitaciones, esa puerta formada por todos mis miedos, construida por una guadaña, una habitación cerrada, una araña o una muñeca rota que me observa desde las sombras. 
Es difícil, pero no imposible, solo tengo que armarme de valor y dar un paso más. 


Cuando abra la puerta la luz hará que mi rostro brille y de mi espalda saldrán un par de preciosas alas con plumas de tonos vio-lacios. Así lo imagino en mi cabeza y se que algún día lo conseguiré. Mis pesadillas me harán inmortal. 


Seré dios, ese día podré volar. 

Violet Nightray

martes, 22 de marzo de 2011

Filosofía

Cuando era una niña pequeña -inocente-, antes de irse a dormir escuchaba canciones de cuna, cuentos de hadas con amores eternos y, protegida por su colcha de algodón y un beso de buenas noches, soñaba con un mundo distinto más allá del arco-iris.

Hoy escucha malas noticias en la radio cada mañana, entrevistas interminables para un trabajo que detesta y cada noche regresa a una cama vacía, con las sábanas frías y una almohada como toda compañía.

Hace tiempo, buscaba un príncipe azul de modales exquisitos, y galantería infinita. Ahora se conforma con un susurro ronco en sus oídos, y una mano que acaricie su rostro. Y basta un beso –vacío, hueco, inútil-  para que esboce una sonrisa.

No sabe dónde va, si ese es el camino correcto y si sus actos tienen algún sentido. No quiere saberlo. Piensa, luego existe, y con eso es suficiente.

Gabriella Nightray

Inspiración

Traza finas pinceladas en un lienzo en blanco. Todas ellas con una precisión inexistente, carente de toda regularidad, solo deja caer el pincel. Siempre ha sido una chica ordenada y sistemática, nunca da un paso sin pensar en lo que este traerá consigo. 


La idea va surgiendo a medida que el lienzo se cubre de color y de luz, ocultando su palidez serena. Nunca comienza nada espontaneo. Le gusta saber cuales serán los resultados de sus movimientos. 


Colores vivos y alegres con tonos que traen una tarde de primavera en un jardín lleno de flores, o un amanecer rosado en una preciosa mañana de verano en la que el trinar de los pájaros inunda los oídos de la gente al pasar.  Siempre ha pensado que la la vida es un poco apagada. 


Se mueve rápido, con torpeza. Parece feliz. Nunca antes había perdido su elegancia y seriedad habitual. 


Un pincel que señala la puerta a otra vida y una mujer que sabe que cuando el cuadro se finalice volverá a ponerse si traje gris y dejara de sonreír hasta que el sol brille con más intensidad. 


Violet Nightray

lunes, 21 de marzo de 2011

Promesa.

Cuatro camisetas y tres pantalones. Dos libros para el tren; un mp3 lleno de canciones, un folio con dos bolígrafos azules.
¿Está todo?
Sí, lo está.
Con la mochila al hombro, la cámara al cuello y una sonrisa en los labios, no sabe que ha olvidado algo muy importante encima de su cama, algo que no podía llevar en una maleta, ni puede ser capturado en una fotografía.
Por eso sabe que regresará.
-no puede vivir sin esas palabras que nunca le da tiempo a anotar, sin las carcajadas a destiempo, ni sin un futuro juntos-
Quedan lazos.
Personas, nombres, cincuenta sonrisas diferentes que añorar.
Volverá.
Tal vez no hoy, ni mañana. Pero una despedida a un andén de tren vacio no es más que una promesa que nadie ha podido escuchar. Una promesa, al fin y al cabo.
Gabriella Nightray

sábado, 19 de marzo de 2011

Sendero de la felicidad.

Escucha atentamente, a continuación voy a prepararme para darte las bases que debes seguir para conseguir la felicidad.
Son normas muy fáciles de aprender y sencillas de realizar, pero no te confundas, no estoy insultando a tu gran ingenio, solo quiero que veas que a ti todo te es demasiado fácil, por eres... un genio.

Primer paso.
Tienes familia, amigos, novia, admiradores. Todos te aman y te tratan como a un dios, pero ninguno importa. Deber recordar que lo más importante en este aburrido mundo eres tu. Tú. Tú. Tú. Repitelo hasta que de tu boca no salga otra palabra.
Tu familia; estorba. Tus amigos; están bien para un rato. Tu novia; una especia de fan con la que saciar tus necesidades nunca viene mal. Tus admiradores; 'pobres plebeyos...'.

Segundo paso.
Tu religión. Veamos, tu no gastas de eso. Como mucho te idolatras a ti mismo y eso te lleva a crear tu propia religión en la que sus (siervos) seguidores, harán todo lo que puedan por complacerte e inventarán oraciones comentando lo bueno que estas, lo genial que eres y lo inferiores que se sienten en tu presencia. 'Por su culpa, por su culpa, por su eterna culpa...'.

Tercer paso.
El espejo. Tu más preciado objeto. Úsalo 35 veces por hora. Ámate, quierete, adórate, y date lo que necesitas, porque sabes que nadie mejor podrá dártelo. No están a la altura de las circunstancias, no te culpes.

Con esto ya eres muy feliz.
Ellos te envidian. Ellas quieren muchos hijos tuyos. Las lesbianas se están replanteando su sexualidad al verte pasar. Y los gays se ponen como locos. Eres el centro, eres un dios. Pero no vasta. Aun no eres feliz y yo se lo que te falta.

Salir por la tele.

Último paso.
Métete en Gran hermano. Cuando salgas de ahí tendrás a un 90% de la población comiendo de la palma de tu mano. Y no te preocupes por el 10% inteligente que aun no te sigue (preocuparte elimina felicidad), esos caerán cuando vean las notazas que sacas en el insti, porque eres un pequeño Einstein y te alabarán (como todos los demás).

Perfecto. Ya eres feliz.

Esto es para todas aquellas personas que han sonriendo o pensado en alguien (que, casualmente, coincide con lo descrito) mientras leían este 'relato' y para todas aquellas que buscan la felicidad en pequeños paseos con un amigo y no en ser dioses.

Violet Nightray.

jueves, 17 de marzo de 2011

Escalera hacía la luna

Siempre fue demasiado soñadora.

En el transcurso de los años, ha perdido muchas cosas, pero la esperanza sigue atormentando sus noches con promesas de días más felices.
Anhela una escalera hacía la luna, aunque para subirla deba abandonarse en cada escalón, resumiendo su vida en un nombre e mujer, canciones sin letra, fotografías lejos de sus manos y cafés sin compañía.

¿Qué deja atrás?

Treinta años de sueños, ilusiones, y frías mañanas de enero. Un reloj que nunca recuerda ponerse. Un periódico abierto por las tiras cómicas y una poesía que nunca supo terminar. Las entradas de un concierto de un grupo que ya se ha separado. Los buenos días que siempre se olvida de dar a su vecina. Nada.

¿Qué la detiene en el último escalón?

Un "mañana" que puede ser mejor. Una decisión que solo ella puede tomar. La aventura que aún no se atreve a vivir. Los hijos que algún día piensa tener. El amor de película que espera vivir. La tarde cocinando pasteles para la que nunca saca tiempo. Las sonrisas que aún no le han dedicado ni ha podido regalar. Un futuro que solo es suyo.

Gabriella Nightray

jueves, 10 de marzo de 2011

Cisne.

Su postura es rígida, temblorosa. Su equilibrio, escaso.
Sin rendirse a esas evidencias, trata de ejecutar un giro pero tropieza dejándolo inacabado. Ya no tiene tanta fuerza para hacerlo.

No siempre ha sido así.

Desde una fotografía en blanco y negro, le llega la melodía de un viejo vals que hace años que no escucha, y ahora solo existe en su cabeza.
A cada nota sus arrugas desaparecen, su mirada recupera el brillo de antaño, y sus pies ya no están cansados de sostenerla. Vuelve a tener veinte años, la elegancia de un cisne y una vida por delante. Su mente recuerda los pasos a seguir, y ya nada le impide seguirlos.

Un grito rompe la magia.

Los años regresan y la condenan al presente. Una enfermera, la regaña con suavidad mientras la conduce hasta un mullido sillón. Recoge el desgastado álbum de fotografías y contempla sonriente a la hermosa bailarina que gira en la eternidad de una vieja fotografía sin fecha, antes de devolvérselo a la anciana.

La mujer, se contempla, y mira sus pálidas manos arrugadas, antes de cerrar el álbum y poner punto y final a un sueño que una vez tuvo, y que hoy no es más que una estrella que se escapa de su alcance.

Gabriella Nightray

miércoles, 9 de marzo de 2011

Tiempo

Busca aventuras y cuentos en el fondo de un viejo baúl.
La inocencia de sus ojos brilla y el mundo le parece lo suficientemente pequeño como para recorrerlo y adueñarse de él.
Tiene esperanza, en su vocabulario no existe la expresión 'no puedo'.

La niña ha crecido.
Se levanta cada mañana y busca aburridos anuncios de empleos insustanciales. La monotonía esconde el brillo de sus ojos y el mundo es tan grande que una sola mujer como ella no tiene ninguna importancia. 'No puedo', una expresión que aprendió hace muchos años y que desde entonces no ha podido olvidar.

Violet Nightray

miércoles, 23 de febrero de 2011

Boulevard of broken dreams.

Necesita descansar, pero no es capaz de cerrar los ojos. La cabeza le da vueltas y una y otra vez la misma imagen se repite en su mente.

Se fue, cerro la puerta de un golpe y desapareció.

Podría haber sido diferente, podría haber salido bien. Quién fue el culpable, cuándo se descontroló tanto...
Sus lágrimas no resuelven sus dudas y su esperanza se esta marchitado como la belleza de una flor cuando el verano llega a su fin.

Ha rezado. No cree en dios.

Ha suplicado. Nunca le gusto pedir ayuda.

Ha llorado. No le gusta mostrarse débil.

Busca entenderlo. Todo esto se escapa de su control.

Es una buena chica, una de esas chicas a las que no debería pasarle nada malo. ¿Por qué cuanto más te entregas a los demás más daño te hace el mundo? Esta perdiendo su fe en las personas. Su luz se está apagando. Solo es otra victima inocente, otra en la larga lista de vidas destrozadas por fuerzas incomprensibles, otra que se encuentra sola en un mundo en el que nadie se preocupa por nadie.

Solo es una de tantas.

Violet Nightray

Reloj de Arena

Las dos niñas juegan en la arena, levantando castillos que llegan hasta sus tobillos. Una ríe mientras da forma a las torres con mucho cuidado; sin darse cuenta de que esta manchándose las trenzas de tierra.
En cambio la otra coge arena en sus manos una y otra vez, contemplando ensimismada como los finos granos se escurren entre sus dedos sin que ella pueda hacer nada por retenerlos.

Años más tarde, son dos mujeres que ya no recuerdan las tardes de verano jugando juntas, y es todo lo que queda en común.

Una, acude a otra cita a ciegas canturreando una canción que solo sabe a medias y escondiendo sus temores en una taza de café.
La otra contempla la lluvia tras su ventana, vestida con un gastado pijama y sin comprender que esta vez lo que se le escapa es el tiempo.

Gabriella Nightray

martes, 8 de febrero de 2011

Otra vez.

Solo debo soltar la piedra y seré libre y quizás, algún día pueda ser feliz sin engañarme. Pero no quiero deshacerme de ella.

La misma piedra que me golpeo de niña y que dejó una cicatriz que aun permanece. Pero puede que no lo hiciera con mala intención.

La misma piedra que tras el primer golpe comenzó a hacerme daño de manera habitual. Pero es su forma de ser, no lo hace con maldad.

Esa piedra que consiguió hacerme llorar. Pero ¡es mi piedra! Estoy segura de que se arrepiente.

Una piedra que no parece saber de mi existencia, pero que por algún motivo me hace sentir mal. Se que en el fondo me quiere.

La piedra de la que no me puedo liberar. Pero estoy segura de que podre seguir adelante llevándola conmigo.

Se lo que es en realidad mi piedra. Pero, como una madre, la veo tan buena y pura que creo que la perdonaré y la acogeré entre mis brazos... otra vez.

Violet Nightray

jueves, 3 de febrero de 2011

Fondo del estanque.

Volar, surcar los mares en un temido barco pirata, ser astronauta, domar leones, luchar contra el cocodrilo que engulló la mano del Capitán Garfio...

Quería hacer todas esas cosas cuando era niño. "Era" en teoría lo sigo siendo.

"El niño jugaba en la pradera de un pequeño y acogedor pueblo, uno de esos en los que nunca pasa nada malo. El niño era muy feliz; corría y agitaba su espada de madera, hecha por su padre, y lucía su gorro hecho de papel mientras buscaba el tesoro escondido del temido Barba Roja y sus secuaces. ¿Dónde escondería mi tesoro si yo fuera el pirata? Pensó y pensó hasta que se le ocurrió una idea. Lo buscaría en el fondo del estanque que había no muy lejos de allí. Corrió soñando de la fina hierba se transformaba en las bravas aguas del Indico.
Llegó al estanque y se sumergió en las aguas enturbiadas que lo cubrían. Puede que la bandera pirata hubiera tapado las señales de peligro, porque no supo lo que le acechaba hasta que se le vino encima..."

En el centro del estanque había un pozo del que nunca pude salir. Soy un niño atrapado desde tiempos inmemorables, cuando el mundo era bello y gentil. Mis huesos siguen a la espera de que alguien los encuentre y mi vieja espada se pudrió hace ya tiempo.
Nunca pude saber si mi propósito se vio cumplido. ¿Seré eternamente un niño? ¿O seré aquel niño que no pudo crecer?

Me llamo Kirian, y morí a los ocho años mientras buscaba aventuras que me permitieran ser niño por siempre jamás.

Violet Nightray

martes, 1 de febrero de 2011

Escapada inspirada en un sueño.

Traza finas pinceladas en un lienzo en blanco. Todas ellas con una precisión inexistente, solo deja caer el pincel. Ella siempre ha sido una chica ordenada y refinada, nunca da un paso sin pensar a donde le llevará el siguiente.

La idea va surgiendo a medida que los trazos se apoderan del impecable blanco del lienzo. Nunca comienza nada sin la seguridad de saber cuál será el resultado de su trabajo.

Añade colores vivos entremezclados. Siempre pensó que su vida era un poco gris.

Se mueve rápido, con torpeza; parece feliz. Ha perdido su seriedad y elegancia habitual.

Un pincel que señala la puerta a otra vida y una mujer que sabe que cuando finalice el cuadro volverá a ponerse su traje gris de dos piezas, cogerá su maletín de importante ejecutiva y dejará de sonreír.

Violet Nightray

viernes, 28 de enero de 2011

Cadenas rotas.

Estas solo, de nuevo.
Vuelves a ser libre, ya no te atan sus lágrimas ni las cadenas de culpabilidad. Ya nadie te espera cuando llegas tarde a casa, ni satura tu teléfono con mensajes antes de las diez. Vuelves a tener espacio para ti mismo. Se ha marchado, tal y cómo le pediste.
Tal y cómo tú querías.
¿Realmente lo querías? Sí, lo hacías. Ya estabas harto de decidir por ti, por ella. Casado de su dependencia hacía ti. De su excesiva preocupación. De ella, valla.
Y ahora está triste. Y sola.
Seguro que llora en su solitario apartamento, con los rizos morenos extendidos sobre la almohada, y cientos de envoltorios de chocolatinas por el suelo. Seguro que se pregunta que hizo mal, porque la has dejado.
¿Por qué lo has hecho?
Porque te agobiaba. Querías libertad. Anhelabas volver a esas noches donde no había preocupaciones, pero si números de teléfono de chicas sonrientes y un tanto achispadas por el alcohol.
¿Y ahora qué?
Se ha ido, te ha dado tu anhelada libertad. Ha hecho lo que tú querías. Pero te sientes mal. No quieres que este triste, te destroza imaginar sus lágrimas rodando por sus pálidas mejillas. Quieres verla, consolarla. Qué te sonría y te diga que ha hecho ese día.
Eres libre.
Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
Ahora solo quieres volver a encadenarte.
Gabriella Nightray

jueves, 27 de enero de 2011

Para toda esa gente que no sabe de mi existencia.

1, 2, 3, 4...

Caen los pétalos de una margarita.
No es menos estúpido arrancarlos pensando que te resolverán los misterios de la vida que hacerlo queriendo que te digan si tu amor te corresponde o no.

... 5, 6, 7, 8...

Aun quedan pétalos que maten mi aburrimiento.
Mira, una chica celosa que grita a su novio mientras él... yo diría que la ignora.
¡Oh! Allí hay una mujer que pasea a su perro con orgullo. Tanto amor por su animal y tanto odio por el que lleva colgado del cuello a modo de bufanda.
También hay una niña. Salta a la comba feliz, me recuerda a los juegos de mi infancia. No estuvo nada mal.

... 9, 10, 11, 12...

Cada uno sigue su vida. Puede que en otra parte de este inmenso mundo haya otra chica celosa, otra mujer hipócrita u otra niña saltando que no pueden ni imaginarse que existe una chica desconocida que piensa en ellas mientras su aburrimiento la lleva a arrancar, tontamente, los pétalos de una flor, que no le dará la respuesta a ninguna de sus preguntas.

... 13, 14, 15, 16...

Da qué pensar ¿eh?
Pero no tengo tiempo para más. Mi desconocida vida sigue y no la puedo detener por una flor, ni por imaginar como serán todas esas personas del mundo a las que no conozco y que nunca sabrán de mi. Cuál solitaria es la vida del ser humano... ¿verdad?

... 17, 18, 19, 20.

20 pétalos. Demasiados para una simple margarita.

Violet Nightray