viernes, 26 de agosto de 2011

Escondite

Vamos a jugar al escondite, como cuándo eramos pequeños. Esta vez, tú esconderás tus miedos, y yo esconderé mis complejos. Juntos ocultaremos todo aquello que nos hace diferentes, y esperaremos a escuchar las voces de los que puedan ver más allá de una sonrisa vacía y una meta sin obstáculos.

Tal vez, saldremos a la luz (juntos) o quizás, yo me quede en la oscuridad de las sombras, dónde todos te miran pero nadie te ve (a salvo), y si tu intentas marcharte, te suplicare que te quedes conmigo para no estar sola en las penumbras de mis temores. Puede incluso que llegues a arrastrarme al otro lado de mis dudas y la luna nos ilumine otra vez, como hace años. (cuándo todo lo que escondíamos eran nuestras carcajadas)

¿Alguna vez te has preguntado que hay detrás de todo lo que abandonamos con los años? ¿Y dónde se esconden las noches sin luna, los días de campamento y las margaritas deshojadas?

Ahora quiero abandonar mis miedos (ser yo misma) buscar una luna llena (un sueño), volver junto a aquella hoguera (las noches de verano) y encontrar las respuestas por mi misma. (confiar)
Quiero correr hacía la persona que cuenta, y quiero contarte mi camino fuera del rincón dónde escondí todo aquello que en el fondo nunca quise olvidar.

¿Quieres acompañarme? Soñar conmigo en tardes de sol, pasear bajo la lluvia y comprender que el mundo no es solo aquello que nos rodea. Es lo que creamos cada mañana, las personas a quien elegimos y todo aquello que no esperamos. Los momentos que vivimos y de los que no queda constancia, pero que nunca olvidamos porque son demasiado importantes.
 Gabriella Nightray

jueves, 25 de agosto de 2011

Preocupaciones temporales

Los segundos pasan en tu mente como el tintineo de una campanilla, demasiado lentos. Los minutos tardan eternidades en llegar y las horas se estancan a la espera de que vuelva. Pero no lo hace.
La esperas un poco más, más, más... La noche ha caído, pero tu esperanza de verla entrar por la puerta no decae.

Te sientes vacío, pero te niegas a marcharte. "Solo un poco más", te dices.
Te apresuras a levantarte cuando oyes el sonido de una llaves, pero no es ella. Y entonces la espera llega a su fin, podrías seguir aguardando su llegada, pero la impaciencia y la angustia de quien espera algo sin la certeza de que llegará es más que suficiente para que vuelvas a casa.

Quizá mañana regrese. Quizá entre cuando duermas. El tiempo es más pesado cuando te empeñas en acelerar su camino, sin darte cuenta de que, lo quieras o no, llegará.

Violet Nightray

miércoles, 24 de agosto de 2011

Conformista

La lluvia resbala por mi cara, hasta encontrar un nuevo vacío y morir en la arena. A mi alrededor pasan las personas ajenas a mi existencia. Yo también fui una de esas personas. Un día, yo también pasaba por esta calle, sin reparar en los demás. U día fui joven. Arrogante. Un día me creí capaz de acceder al control del mundo, o al menos de mi destino. 


Hoy se que me equivocaba. Hoy vuelvo a pasar por las misma calles, pero ya no quiero cambiarlas. Y mañana volveré a ver a personas que ayer fueron importantes, con las que prometí estar siempre, pero que hoy ya no significan nada. 
He comprendido que las decisiones que elijo no siempre son correctas. He perdido mis ideales. Me he perdido en mi vida, y he encontrado una marioneta con mi rostro. 
Soy lo que siempre odié (conformista, fracasado). Me he rendido (ya solo me queda la lluvia en mi cara  los recuerdos de días soñando con que saliera el sol). 

Gabriella Nightray

Rusted for the rain

Sin nada que hacer, nadie a quien culpar. 
Todo se ha desmoronado y no me siento mal por ello. Podría aplastar mi propio corazón sin temor a sentir un resquicio de pesar en el proceso. 
Se acabó, sin explicaciones. Tampoco las pedí. No soy más que un cobarde observando como todo lo que construí cae al suelo y es pisoteado por las cadenas del destino. Todo se oxida y se deteriora pero sigo aquí. Sin nada que pensar.  Sin nada que reparar. ¿Por qué debería hacerlo? Solo son recuerdos. 


Puede que ya no tenga sensibilidad, pero tampoco siento dolor. Todos corren mientras yo me quedo. Y seguiré aquí mientras tenga una oportunidad de escapar de las lágrimas a las que todos están sometidos. 
La vida ya no puede hacerme daño, ahora yo soy el rey. 

Violet Nightray