Pero si lo soy.
Puedo aventurarme a abrir la puerta que marca mis limitaciones, esa puerta formada por todos mis miedos, construida por una guadaña, una habitación cerrada, una araña o una muñeca rota que me observa desde las sombras.
Es difícil, pero no imposible, solo tengo que armarme de valor y dar un paso más.
Cuando abra la puerta la luz hará que mi rostro brille y de mi espalda saldrán un par de preciosas alas con plumas de tonos vio-lacios. Así lo imagino en mi cabeza y se que algún día lo conseguiré. Mis pesadillas me harán inmortal.
Seré dios, ese día podré volar.
Violet Nightray
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