Me siento mareado, el mundo da vueltas constantemente y a un ritmo imparable. Arrasa con todo, no se detiene nunca y parece tomar más velocidad cada segundo que estoy parado.
El tiempo avanza implacable, se lleva vidas enteras y margina a todo el que no se adapte a sus cambios. Cambios para los que no estoy preparado, no puedo crecer, no puedo escapar, no puedo quedarme. Me veo incapaz de cerrar los ojos y seguir su paso, incapaz de dejar pedazos de mi atrás una y otra vez.
Mis vidas, he tenido tantas que ni siquiera puedo añorarlas, vidas que no consigo mantener, vidas que no llegan a ninguna parte, vidas que el tiempo me arrebata una y otra vez advirtiéndome que debo ser más rápido, que no puedo pararme a disfrutarlas si quiero conservar aunque solo sea una de ellas.
Pero no puedo.
Soy avaricioso, las necesito todas. Quiero reunir todas mis partes, porque cada vida perdida se llevo algo de mí y el egoísmo me impide seguir adelante sin todas esas pequeñas porciones, sin esos recuerdos, historias, personas y sentimientos.
Añoro lo pasado, quiero retener lo presente, acerco con miedo el futuro, y mientras el agua me cubre en la orilla solo puedo preguntarme qué tiene de malo reunir los tres tiempos en una mano y tener todo cuanto has querido y necesitado en la vida.
Pero el tiempo solo me deja una respuesta: Ya es la hora.
Y una vez más parto demasiado pronto, sin equipaje ni destino. Solo.
Violet Nightray
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