martes, 20 de noviembre de 2012

Senderos de luz.

Los sueños. 
En los últimos meses los sueños han constituido mi único refugio. El único rincón en el que él no ha conseguido entrar. No soy capaz de contradecirle, no quiero creerle cuando me culpa de cada golpe, pero le creo, le creo y me siento débil.
Abandonada. 

Recuerdo tiempos mejores, tiempos en los que era fuerte, en los que nadie podía pararme cuando me proponía algo y tenía el mundo a mis pies. Si la chica que un día fui estuviera aquí ahora me golpearía -y yo aguantaría sumisa, ya es una costumbre-, gritaría enfurecida, se enfrentaría a él. Pero ella ya no existe. 
La dejé caer demasiado hondo. 
Me aterra echar la vista atrás y ser consciente de que me he perdido sin saber donde ni cuando. No quiero creer que jamás volverá, sin embargo, cuando me atrevo a mirar de soslayo un espejo, no la veo. Solo encuentro la mirada vacía de quien hace ya tiempo que dejó ser humano y las evidencias de los golpes, los enfados, de mi fracaso. 

¿Cómo huir si no se como he llegado aquí? 
Ya no importa, queda poco. Él está ganando terreno, aparece en mis pesadillas y me tortura incluso cuando no está presente. Pronto no tendré ningún  lugar en el que esconderme y cuando ese momento  llegue terminaré de desaparecer.
Volveré a ser libre. 

Violet Nightray

No hay comentarios:

Publicar un comentario