lunes, 30 de julio de 2012

Somebody to love.

Me miro al espejo.
Soy testaruda, cabezota, gruñona y poco paciente. Por el amor de dios... ni tan siquiera soy agraciada. No tengo nada de destaque sobre los demás, nada único. Salvo a él.
Tumbado, esperándome sobre la cama está el hombre más maravilloso del mundo: dulce, alegre, paciente, cariñoso y atento. Guapo y lleno de amor. Amor para mí.

Debería sentirme la mujer más afortunada del mundo. Pero no es así. 
Es sencillamente perfecto, cuando me mira, cuando me toca... Pero no funciona, porque cada palabra bonita y sincera no hace más que recordarme cuan ruin soy. Que le miento. Que le miro con ojos vacíos. 


Me recuesto sobre él en la cama. Se que le gusta.
Me acuna sobre su pecho, siento sus labios en mi cabeza. Siento que me arden los ojos y se me cierra la garganta.

"¿Te hago daño?"

"Sabes que la única forma de hacerme daño es alejarte de mí."

Lo se. Y por eso sigo aquí. Mientras el sueño se apodera de mi pienso que puedo aguantar un poco más. Es feliz, puedo verlo cada día cuando me trae una rosa o me llama cariño. Puedo seguir adelante mientras él esté bien. Puedo contener las lágrimas mientras él sonría.

"Te amo." 


Ojala pudiera responder a eso, pero hay mentiras demasiado grandes. Incluso para mí.


Violet Nightray

And when you’re gone he might regret it [Maybe]


De vez en cuando, se siente sola, esperando algo que no llega. Buscando de si misma las respuestas a las preguntas que nadie quiere responderle. Y no encuentra nada. El vacío se lo lleva todo, y la esperanza se convierte en cenizas arrastradas por el viento.
De vez en cuando, se cansa del silencio. Y habla. Dice cosas por decir, y se guarda lo importante para si misma, reprimiendo las palabras porque una vez las pronuncie no podrá retroceder. No podrá volver a guardarlas, a esconderlas. Tendrá que dejarlas volar, y quedarse de nuevo en esa ausencia de voces. (y entonces, suenan sus lágrimas al caer desde el abismo de su barbilla)

La lluvia golpea sus ventanas, y su mirada esta fija en ninguna parte.

Tock tock ¿Hay alguien?

No, no estoy. (No soy)

 De vez en cuando, en sus pesadillas no hay nadie.
 De vez en cuando se enfada, pero no es justo enfadarse y tiene que perder[se] para poder seguir avanzando.
De vez en cuando, tropieza al borde del abismo, pero siempre logra aferrarse y subir. Subir, para volver a caer, para volver a estar callada y sentir lo que se supone que debe (porque lo que siente de verdad hace más daño. Porque no debería sentir eso. Porque se supone que debería haber aprendido la lección…y no lo ha hecho) De vez en cuando tiene miedo, pero se lo traga.

Y por eso ahora, cae, cae, cae.

De vez en cuando se agarra, pero sabe que no es cuestión de tener el suelo bajo sus pies.)

Tock, tock ¿Has llegado?

No, me he roto en el camino.

Tiritas para las heridas. Canciones para cicatrizar el alma. Y en la cima de la montaña, alguien a quién solía conocer. (El abismo cada vez más profundo.)

Vuela. Sin alas.Y comprende -a ratos-

Tock tock ¿Estás bien?

Puede.

Tal vez mañana, cuando el cielo no sea tormentoso y la eternidad comience al caer la noche. (El espectáculo continua detrás del telón) Y si sigue lloviendo, es hora de que aprenda que  la vida no consiste en esperar a que pase la tormenta, sino en a aprender a bailar bajo la lluvia.

Gabriella Nightray

Don't take me.

El viento me acaricia la piel. Siento el agua rozarme los dedos. Arena bajo mi cuerpo arropado por el sol. El cielo más azulado que haya visto jamás. Las nubes en continuo cambio. El arrullo de las olas al llegar a la orilla. Vértigo. 

Me siento mareado, el mundo da vueltas constantemente y a un ritmo imparable. Arrasa con todo, no se detiene nunca y parece tomar más velocidad cada segundo que estoy parado. 
El tiempo avanza implacable, se lleva vidas enteras y margina a todo el que no se adapte a sus cambios. Cambios para los que no estoy preparado, no puedo crecer, no puedo escapar, no puedo quedarme. Me veo incapaz de cerrar los ojos y seguir su paso, incapaz de dejar pedazos de mi atrás una y otra vez. 

Mis vidas, he tenido tantas que ni siquiera puedo añorarlas, vidas que no consigo mantener, vidas que no llegan a ninguna parte, vidas que el tiempo me arrebata una y otra vez advirtiéndome que debo ser más rápido, que no puedo pararme a disfrutarlas si quiero conservar aunque solo sea una de ellas. 
Pero no puedo. 

Soy avaricioso, las necesito todas. Quiero reunir todas mis partes, porque cada vida perdida se llevo algo de mí y el egoísmo me impide seguir adelante sin todas esas pequeñas porciones, sin esos recuerdos, historias, personas y sentimientos. 
Añoro lo pasado, quiero retener lo presente, acerco con miedo el futuro, y mientras el agua me cubre en la orilla solo puedo preguntarme qué tiene de malo reunir los tres tiempos en una mano y tener todo cuanto has querido y necesitado en la vida. 
Pero el tiempo solo me deja una respuesta: Ya es la hora. 

Y una vez más parto demasiado pronto, sin equipaje ni destino. Solo. 

Violet Nightray

The sound of silence


Me siento en el suelo, y dejo que los fantasmas me rodeen. Hola oscuridad, mi vieja amiga. Al final, siempre quedas tú. Y el silencio. Siempre queda el silencio. Mi voz no sirve para romperlo, y cerrar los ojos no te aleja. Y mientras tanto, las sombras bailan a mí alrededor. Tienen la misma forma que solíamos tener, se sientan juntas, juntan sus cabezas para susurrar, y se miran con complicidad. Se burlan.

Desde donde estoy sentada, no se puede ver el cielo. Hay risas a mí alrededor. Risas nerviosas, ilusionadas. Recuerdos, que como un disco rayado se resisten a dejar de sonar. Aun cuando ya no existen. Rozando mi tobillo, hay un papel arrugado. Una carta. De cuando aún había algo que decir. De cuando el silencio no era pesado. De cuando la tensión no me oprimía la garganta. De cuando me sentía bien.

“No puedo

No quieres.  Puedes, pero no quieres

“No puedo”

“No quieres

No. No quise. No. No pude. No puedo.

 "Podrías entenderlo. Ponerte en mi lugar, usar mis zapatos."

“No puedo”

No quieres.

Y ahora queda eso. Recuerdos. Fotografías. Canciones que suenan mejor a dos voces. Y un montón de mañanas rotos esparcidos sobre el suelo que cortan como cristales. (y duelen más que la sal en las heridas) Los fantasmas me rodean, la oscuridad me susurra, y sólo queda el recuerdo. Y la teoría de que podría haber sido diferente.

Gabriella Nightray

domingo, 29 de julio de 2012

She wants to go back.

No quiero salir de la cama.
No tengo ningún motivo para hacerlo. Todo cuanto creía cierto se derrumba, se deshace entre mis dedos como si se tratara de un bonito castillo de arena en un día de lluvia. He intentado retenerlo, reconstruir sus cimientos desesperadamente y ahora mis esfuerzos se ven reducidos a escombros.

Ayer antes de dormir, pensaba. Pensaba en lo que tenía, en lo que he perdido y en lo que voy a hacer, a pesar de todo me sentía bien. Esta mañana, sin embargo, duele. Recuerdo las palabras de mi abuela cuando era niña y me regañaba por no dejar que me curase una herida, yo ponía como escusa que no me dolía y ella afirmaba con su autoritaria voz "las heridas graves nunca duelen de forma inmediata." A penas entendía sus palabras, pero hoy cobran otro significado para mi.

Desde la cama vienen varias opciones a mi. Tengo la oportunidad de intentar arreglarlo de nuevo, puedo olvidar, puedo seguir aquí tirada y puedo empezar de nuevo y hacer un castillo de algo más solido que la arena de playa. De lealtad, cariño y momentos inolvidables.
La opción correcta es obvia, pero para mí es evidente que jamás la elegiré. Por que no estoy arrebujada entre las sabanas de esta cama por tristeza, no lo estoy por decepción, es miedo. Y el miedo es algo que se interpone en cada paso que doy en esta nueva vida, es algo que me encierra entre estos dos mundos y me deja sola, porque no puedo volver atrás como si nada, pero tampoco puedo caminar hacia delante.

Ya no se si tengo miedo a olvidar mi vida pasada, o a que me olviden en ella.

Violet Nightray

jueves, 19 de julio de 2012

Madness.

[Con el poder de manejar a las mujeres]
Atraigo una tras otra a mi harén, todas hechizadas por la seducción y el poder que obtuve gracias a un acuerdo prohibido, con el propio diablo.
Ilusiones vendidas por medio del placer, en un baile de sudor y sangre que las atrapa en la calidez de mi piel. 
[Ninguna puede resistirse a sus caricias] 
Libido... Es como una cuchilla impregnada en veneno, tiñe la oscuridad embrujándolas por una pasión imparable, les abro los brazos con una sonrisa y cuando la ropa cae ya no hay marcha atrás, son mías.

[Obrando depravados actos para desafiar a Dios]
Desde que él apareció todas las mujeres del pueblo han ido cayendo en su red de lujuriosas mentiras. se la ha llevado a Ella. 
Llego a su fortaleza y me confunde con una de sus presas, abre los brazos, sonríe. Cree que me tiene entre sus fauces. 
[Es la noche de la pasión entre los muros de mi castillo]
Venganza... Es como una cuchilla impregnada en veneno, la misma con la atravieso su corazón, lo tiñe todo de sangre mientras una a una despiertan de su hechizo y huyen. 

Atravesado por el frío filo del veneno caigo mientras el baile se acaba, todas abandonan mi lado y el pasado vuelve con más fuerza que nunca para atormentarme.
Antes de expirar mi ultimo aliento veo a los ojos culpables de esto, unos ojos que me rechazaron años atrás y ahora me miran con indiferencia. 
De entre todo mi harén... Ella. Y nunca sabrá que sin quererlo me transformó en esto. 
[Mi Ella. Fue la única a la que realmente quiso hacer suya]


Violet Nightray

sábado, 7 de julio de 2012

Quedaron demasiados "te quiero" por decirte.

No es como si se hubiera acabado el mundo. (Pero casi)

La vida sigue, yo sigo. No puedo capturar el presente en un tarro de cristal para que el mundo se pare, y el futuro me llegará aunque cande la puerta y me esconda debajo de la cama. Me gusta el pasado, porque en él me siento a salvo, pero no puedo quedarme: el espectáculo debe continuar. Al otro lado del espejo, mis miedos me sonríen y es más fácil fingir que ahí no hay nada: si yo no los veo, ellos no saben que sé que existen.

No es como si ya no quedara nada por lo que seguir. (pero me sigues faltando tú)

Hay personas a las que quiero, sonrisas inesperadas cargadas de esperanza, flechazos en el metro a las siete de la mañana. Queda un cuaderno inacabado sigue esperando a que ponga un punto final a esa historia que empecé y olvidé. Me quedan muchas historias que todavía no he comenzado a contar. Incluso me quedan esos ideales que un día colgué en la pared de mi habitación por si algún día me hacían falta (hoy los necesito)

No es como si ya no pudiera sentir nada. (te añoro)

La lluvia al tocar mi piel está fría, y me recuerda que puedo gritar si me da la gana. Tu nombre por ejemplo, porque no puedo quiero olvidarte. Ese solo de guitarra me levanta escalofríos y me conmueve, tanto que no sé si quiero llorar o bailar hasta no poder dar un paso más. Quizá sólo quiera recordar que una vez lo escuché contigo. La hierba me hace cosquillas en los pies, y me preguntó cómo la sentías tú. Siempre quise saber cómo era el mundo visto desde tus ojos.

No es como si te hubieras marchado para siempre. (Mientras yo te recuerde, seguirás conmigo)

Pero estés dónde estés, te quiero. Y ojalá te lo hubiera dicho más veces.

Gabriella Nightray