martes, 9 de noviembre de 2010

Voy a tomar de todo menos decisiones

Hay personas que el lunes ya tiene preparados los planes del sábado. Se aferran a lo seguro, procuran no olvidar o salirse de las pautas que marcan su guión, que a su vez dirige la obra de sus minutos días, meses… dirige su vida.
Hay otras, que deciden siempre en el último momento. Que procuran no perder el hilo de sus horas, pero no saben en qué día están viviendo. Cuyas voluntades son como un soplo de aire: tan volátiles que nadie sabe el rumbo que pueden tomar.
No digo que un tipo sea mejor que otro. No quiero elevar una filosofía de vida por encima de otras; no sería algo objetivo. Sin embargo…
¿Dónde está la emoción de algo ya escrito? ¿No es más divertido saltar las escaleras de tres en tres aún sabiendo que puedes caerte, caminar sin una dirección decidida, inventar una mañana usando como guía cada imprevisto que surge?
Tal vez sí. Puede que no. ¿Está bien, está mal? No lo sé. No quiero saberlo. Me gusta vivir sin saber que me impulsa a elegir cada camino. Perderme algunas veces, y volver a encontrar solo una pequeña parte de lo que un día fui. Me gusta elegir sin saber si está bien. Me gusta equivocarme, aprender de ese error…e incluso tropezar de nuevo con él.
La rutina en ocasiones es importante. Otras, no es más que una cuerda que oprime tu entusiasmo, que impide que tus alas se liberen. No diré que vivir el presente sea mejor. Es solo que nadie puede cambiar el pasado…y por mucho que lo planeemos, nadie puede saber si su futuro es lo que ha planeado.
Por eso… no sé qué haré mañana. Me conformo con volver a despertarme, y poder adentrarme en esta espiral.
No recuerdo ayer, no sé mañana. Hoy, voy a tomar de todo menos decisiones.
Gabriella Nightray

No hay comentarios:

Publicar un comentario