miércoles, 23 de marzo de 2011

Dulces pesadillas

No soy dios. Nunca podré volar, los delfines no obedecerán mis ordenes y no podré bajar la luna hasta la puerta de mi casa. No soy dios. 


Pero si lo soy. 
Puedo aventurarme a abrir la puerta que marca mis limitaciones, esa puerta formada por todos mis miedos, construida por una guadaña, una habitación cerrada, una araña o una muñeca rota que me observa desde las sombras. 
Es difícil, pero no imposible, solo tengo que armarme de valor y dar un paso más. 


Cuando abra la puerta la luz hará que mi rostro brille y de mi espalda saldrán un par de preciosas alas con plumas de tonos vio-lacios. Así lo imagino en mi cabeza y se que algún día lo conseguiré. Mis pesadillas me harán inmortal. 


Seré dios, ese día podré volar. 

Violet Nightray

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