viernes, 26 de agosto de 2011

Escondite

Vamos a jugar al escondite, como cuándo eramos pequeños. Esta vez, tú esconderás tus miedos, y yo esconderé mis complejos. Juntos ocultaremos todo aquello que nos hace diferentes, y esperaremos a escuchar las voces de los que puedan ver más allá de una sonrisa vacía y una meta sin obstáculos.

Tal vez, saldremos a la luz (juntos) o quizás, yo me quede en la oscuridad de las sombras, dónde todos te miran pero nadie te ve (a salvo), y si tu intentas marcharte, te suplicare que te quedes conmigo para no estar sola en las penumbras de mis temores. Puede incluso que llegues a arrastrarme al otro lado de mis dudas y la luna nos ilumine otra vez, como hace años. (cuándo todo lo que escondíamos eran nuestras carcajadas)

¿Alguna vez te has preguntado que hay detrás de todo lo que abandonamos con los años? ¿Y dónde se esconden las noches sin luna, los días de campamento y las margaritas deshojadas?

Ahora quiero abandonar mis miedos (ser yo misma) buscar una luna llena (un sueño), volver junto a aquella hoguera (las noches de verano) y encontrar las respuestas por mi misma. (confiar)
Quiero correr hacía la persona que cuenta, y quiero contarte mi camino fuera del rincón dónde escondí todo aquello que en el fondo nunca quise olvidar.

¿Quieres acompañarme? Soñar conmigo en tardes de sol, pasear bajo la lluvia y comprender que el mundo no es solo aquello que nos rodea. Es lo que creamos cada mañana, las personas a quien elegimos y todo aquello que no esperamos. Los momentos que vivimos y de los que no queda constancia, pero que nunca olvidamos porque son demasiado importantes.
 Gabriella Nightray

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