jueves, 25 de agosto de 2011

Preocupaciones temporales

Los segundos pasan en tu mente como el tintineo de una campanilla, demasiado lentos. Los minutos tardan eternidades en llegar y las horas se estancan a la espera de que vuelva. Pero no lo hace.
La esperas un poco más, más, más... La noche ha caído, pero tu esperanza de verla entrar por la puerta no decae.

Te sientes vacío, pero te niegas a marcharte. "Solo un poco más", te dices.
Te apresuras a levantarte cuando oyes el sonido de una llaves, pero no es ella. Y entonces la espera llega a su fin, podrías seguir aguardando su llegada, pero la impaciencia y la angustia de quien espera algo sin la certeza de que llegará es más que suficiente para que vuelvas a casa.

Quizá mañana regrese. Quizá entre cuando duermas. El tiempo es más pesado cuando te empeñas en acelerar su camino, sin darte cuenta de que, lo quieras o no, llegará.

Violet Nightray

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