sábado, 1 de enero de 2011

Despertar.

No puedo moverme.

Las luces giran a mi alrededor junto al estruendoso ruido de varios altavoces que gritan al unisono una melodía que no llego a comprender. Todo sucede ante mi como si yo no fuera parte del barullo que se mueve por la pista de baile.
El mundo no se detiene por mi como ocurre en las películas. Yo diría que el mundo ni siquiera sabe que existo, pero da igual.

Mis músculos están agarrotados, mis ojos rojos tras el baño de humo y las lágrimas luchan por no salir, aunque... si lo hacen nadie se daría cuenta. Por fin consigo caminar, torpemente me dirijo a la salida, huyendo de la tortura que me produce esa imagen.

Es cierto, ya no estamos juntos. Aun le quiero.

No tengo derecho a reprocharle nada. No puedo soportar verle con otra.

Voy a superarlo. Pero no ahora.

Me advirtieron que no me hiciera ilusiones. Pero me las hice.

Nunca llegué ha aceptar que lo había perdido, puede que no siempre se consiga lo que se desea... ni aunque sea lo único por lo que se vive.

Violet Nightray

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