domingo, 23 de enero de 2011

Relato forzado.

Un montón de palabras desordenadas y sin sentido que buscan algo que escribir. La sensación de que el deber llama a tu puerta y tienes que ponerte a trabajar de inmediato, y lo haces; coges lápiz y papel y comienzas a desgastar la mina escribiendo versos vacíos y desganados.
Catorce sílabas, rima asonante, cuatro párrafos.

Fin del relato. Éxito de ventas.

Y ahora sabes que hay miles de personas perdiendo su más preciado tesoro, el tiempo, en leer unas lineas que no llevan a ninguna parte. La sensación de estar estorbando más que ayudando a la gente te invade y te gustaría romper ese río de tinta en mil pedazos y dejar que el viento lo llevara a otra época. Una época donde la gente no escribía por obligación, donde los sentimientos plasmados en una hoja de papel no equivalían a montañas de dinero, donde el lápiz y el papel nunca se desgasten, sino, que sean testigos de una maravillosa historia que surgió cuando nadie estaba mirando.

Violet Nightray

2 comentarios:

  1. 1º Me alegro de que ya hayas vuelto de Londres

    2º Este relato me encanta ^^ Un escritor es aquel que sabe plasmar cosas sobre el papel, y no el que publica con exito, ¿no crees?

    3º Tengo la ligera impresión de que comento demasiado... Quizá en vez de alabar tu talento deba criticarte... -.-

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  2. Muchas gracias por tu comentario. Me alegra saber que alguien sigue nuestro blog con regularidad.
    Si tienes alguna critica estaré encantada de oírla (leerla) y aprender de ella.

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