martes, 13 de diciembre de 2011

No importa.

Algunas  veces, tenía la sensación de que hasta su ventana no llegaban los rayos del sol. Sin embargo, nunca dudó de que las palabras envenenadas si que se colaban por debajo de la puerta esperando a que llegara el silencio para poder sonar con más fuerza. Y a veces no necesitaba escucharlas para intuirlas.

“¿La ves, esa, la rubia? Sí, pues yo he oído que…” “Sí, es esa. Y me han dicho que…” “¿A qué no lo parece? ¡Pues porque no sabes que…!”

Murmullos. Verdades tan tergiversadas que se habían convertido en mentiras que ella creía hasta hacer de ellas su mantra. Cuchicheos que estallaban cuando ella giraba la esquina, o cuando cerraba la puerta. Rumores. Cientos de personas que la juzgaban, ninguna que realmente la conociera.
A
No importa” susurraba. Y sonreía como si no supiera nada. Vivía en su mundo particular, encerrándose en si misma: entera por fuera y rota por dentro. Una tormenta encerrada en una cascara de nuez. “No importa” decía, mientras lloraba frente al espejo que no le mostraba lo que ella quería ver. Los ojos demasiado pequeños, la boca demasiado fina. El pelo demasiado lacio.  Demasiado alta. Demasiado gorda. Demasiado imperfecta. Demasiado ella. “No importa” pero sí importaba. Era importante, porque le dolía. Porque anhelaba tanto ser diferente, que era incapaz de quererse a sí misma.

Y un día la descubrió en labios de otra persona. Esa desconocida oculta detrás de unos ojos tristes, y de mejillas pegajosas por las lágrimas. Esa chica que se escondía detrás del todo en las fotos y aun así destacaba, la  siempre paseaba sola por el parque cantando en voz baja. La que adoraba el cine, la música y reír. La de dulce sonrisa y voz suave. Esa extraña en su propio cuerpo, que se había cansado de pensar en los demás. Ella.  

No importa” repitió, deseando creer que era cierto. Y dejo de mirarse en el espejo, sabiendo que era más guapa en los ojos de otra persona, comprendiendo que demasiado no es más que un concepto. Aprendiendo que las personas no somos realmente cuando estamos solos, sino que nacemos en compañía de otras personas.

"No importa" grito. Y no importaba.

Gabriella Nightray

1 comentario:

  1. holaa chicas, cuanto tiempo sin pasarme. Os echaba de menos, espero que os acordeis de mi :D Soy la chica de sentimientos. Bueno, no he leido el relato. Solo pasaba a saludar. Un beso & felicees fiestas!! http://sentmientos-novela.blogspot.com

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