lunes, 27 de septiembre de 2010

Euforia

El sonido estruendoso de un grito llega a su fin. Las notas de un violín rasgan el silencio. El fuego se expande, la música no cesa. La adrenalina inunda mi sangre, y el mundo desaparece… la música aumenta de volumen, mi voz ronca la acompaña inventando una letra para tan sublime canción.
Cae el telón.
Mi voz se apaga, el violín deja de sonar. El tiempo queda paralizado antes de que el silencio regrese. Los latidos de mi corazón tratan de hacerse oír, golpeando mi pecho con fuerza. Jadeo, tratando
Las llamas se alzan, grandes, grandio de recuperar el aliento y mi cordura.
Las llamas se han apagado. La euforia que desata en mí un acorde ha llegado a su final.
Gabriella Nightray

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