lunes, 20 de septiembre de 2010

So she dance

Gritos sin respuesta que en realidad no pretenden ser escuchados. Solo intentan crear un sonido más allá de las voces que inundan mis recuerdos.
El sonido de una canción –tú canción- , aquellos días en los que los acordes se deslizan en el tiempo y el silencio no es más que un lejano recuerdo.
¿Tienen sentido?
No. No tienen sentido, al igual que tampoco lo tiene desear esa estrella que no puedes alcanzar, ese sueño que se escapa de tus parpados con la luz de una nueva mañana.
¿Y si aún así lo deseo, si me niego a abrir los ojos?
Demasiado tarde. El grito ha sido silenciado, el sonido de tu melodía se aleja en la distancia, la luz de mi estrella se apaga, he despertado.
¿Por qué no me coges de la mano para que juntos podamos alcanzar la estrella y que la música vuelva a sonar al ritmo de un vals interminable?
Si no puedo dormir para siempre, al menos quiero soñar despierta.
Gabriella Nightray

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